Miguel Frigenti: “Lo más valiente que he hecho ha sido ser yo mismo”, el colaborador se sincera en una entrevista exclusiva
El colaborador se abre como nunca en un test emocional donde habla del miedo al tiempo, el peso de la familia y el valor de ser él mismo
Además, Miguel confiesa que: "He tenido que ir a terapia para soportar esta profesión, hay mucho ego y clasismo"
“Lo más valiente que he hecho ha sido ser yo mismo”, Miguel Frigenti se desnuda emocionalmente en un test exprés tan sincero como conmovedor. En exclusiva con esta web comparte sus miedos, sus contradicciones, su lado más vulnerable y también el más valiente. Con respuestas directas, sin filtros, Frigenti demuestra que detrás del personaje televisivo hay una persona profunda y con una historia que contar.
La entrevista comienza con una pregunta directa: ¿Qué te da miedo? La respuesta, lejos de lo superficial, revela una inquietud existencial. “Me da mucho miedo el paso del tiempo”, admite. “Es un tema muy primitivo, que lo trato en terapia, no por desaparecer, no por algo del ego, sino por el dejar de sentir”.
Cuando se le pregunta qué no soporta en los demás y qué no se perdonaría a sí mismo, responde sin dudar: “La dejadez, la vaguería, el estar sin hacer nada”. En su manera de decirlo se percibe que no se trata solo de una crítica al otro, sino de una exigencia constante hacia sí mismo. Una necesidad de estar en movimiento, de no caer en la inercia, parece también una forma de luchar contra el miedo al paso del tiempo que mencionaba antes.
Sin embargo, cuando llega la pregunta sobre qué es lo que más le ha costado perdonarse, elige el silencio: “Me lo reservo”. Un gesto que dice mucho sin decir nada. A veces, lo más íntimo no necesita exponerse para ser comprendido.
En cuanto a su mayor acto de valentía, Frigenti no duda: “Ser yo mismo, es muy típico, pero lo pienso de verdad”. Recuerda su infancia en los años 90, en un colegio religioso, donde vivir su sexualidad de manera abierta era una rareza y un acto de coraje. “Podría haberme hecho un papel y haber pasado más de puntilla, pero no. Yo me iba al colegio con una camiseta de Leonardo DiCaprio. Imagínate los maristas, siendo niño en el 95, con una camiseta de las 'Spice Girls'”. Una imagen poderosa que retrata a un niño que no solo se descubría a sí mismo, sino que lo hacía sin esconderse, en un entorno poco propicio para la diferencia.
Al hablar de lo que más le hace llorar, su tono se vuelve aún más íntimo.“Pensar en mis padres, que algún día los voy a perder, no estoy preparado, creo que nadie lo está”. Se define como melancólico y familiar. Cuenta que la idea de ir perdiendo a las personas que ama le provoca una tristeza profunda.
Pero también hay momentos de paz, para Frigenti, estos vienen de algo tan sencillo como poderoso: “Tener la consciencia tranquila, intentar ser feliz sin hacer daño a nadie”. Una filosofía de vida que, pese a su aparente simplicidad, encierra una ética personal muy clara.
Finalmente, se muestra crítico con la imagen que de él se proyecta en televisión. “Yo creo que Gran Hermano me ha venido muy bien para eso. Al final la gente dice ‘en la tele me caes muy mal’, pero es que en la tele nos dan 15 segundos para hablar. Tenemos que ser súper directos y dar opiniones muy incisivas”. Consciente de lo limitado que es ese espacio mediático, defiende el derecho a ser juzgado por algo más que una intervención cortada y editada. “Lo que me he ganado, me lo he ganado por mí”, afirma con firmeza.
