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La princesa Leonor recibe de manos de su padre, el rey Felipe, la Gran Cruz del Mérito Naval: su emotivo reencuentro

El rey Felipe y la princesa Leonor este 16 de julio. Casa Real
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Este 16 de julio, en plena festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada española, la princesa Leonor ha vivido uno de los momentos más significativos de su formación militar: ha recibido la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco de manos de su padre, el rey Felipe VI, en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra).

Este acto no solo marca el cierre de la etapa naval de la futura reina de España tras su paso por el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, también el primer gran reencuentro público de los reyes Felipe y Letizia, la infanta Sofía y la princesa Leonor tras meses con agendas independientes.

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Arropada por su madre, su padre y su hermana, Leonor ha contado con el apoyo total de su familia y de la Corona en su educación militar como futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas.

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La imposición de la Gran Cruz se ha celebrado en torno a las 12:00 horas durante los actos de jura de bandera y entrega de los reales despachos en la Escuela Naval. Una hora antes ha tenido lugar la misa en conmemoración de la Patrona de las gentes del Mar y símbolo protector de quienes surcan los mares.

A su llegada y tras rendir los Honores Militares al monarca instalado en un podio especial, el soberano ha pasado revista a la tropa formada, saludado a las autoridades presentes y ha comenzado el inicio del acto.

El primer paso ha sido la lectura del Real Decreto por el que se concede a la Princesa de Asturias la Gran Cruz del Mérito Naval, una distinción que reconoce su formación y compromiso con la carrera militar.

De este modo, el monarca ha impuesto esta distinción a su primogénita entre risas y protagonizando un tierno abrazo, un momento que ha estado cargado de emoción para ambos y para los asistentes. Y es que el mismo Felipe cursó esos estudios militares en Marín hace más de 30 años, por lo que el acto está revestido de un valor significativo para padre e hija.

Reencuentro familiar

Una de las imágenes más esperadas del día era ver a las cuatro figuras clave de la Corona juntas: el rey, la reina, Leonor y Sofía. Desde que comenzó su formación castrense el pasado mes de enero, no ha trascendido ninguna imagen de los cuatro, por lo que esta cita se esperaba como uno de los momentos más importantes del año para la familia real y los seguidores de la realeza.

En este contexto, la presencia de la infanta cobra también valor simbólico, ya que desde que completó el Bachillerato Internacional en Gales el pasado mes de mayo solo se la ha visto en dos ocasiones: primero con Leonor en un restaurante de Gijón y después en Zarzuela junto a sus padres.

San Javier: el próximo destino

El acto en Marín no solo cierra un capítulo, sino que abre otro. El próximo 1 de septiembre, la princesa se incorporará a la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier (Murcia), donde comenzará su instrucción como futura oficial del Ejército del Aire. Allí pasará el último curso de su itinerario militar, en el que aprenderá técnicas de vuelo, ingeniería aeronáutica, seguridad aérea y estrategia operativa.

La formación en San Javier culminará en 2026, año en el que Leonor, con preparación en los tres ejércitos, estará lista para asumir su responsabilidad como futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas, tal y como establece la Constitución.

Sara García-Cubillana, la compañera de la princesa Leonor que ha hecho historia

En el marco de estas distinciones, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, como marca la tradición militar, ha hecho entrega de un sable a la alférez de navío Sara García-Cubillana López, número uno de su promoción, la primera mujer en conseguirlo.