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El favor que le hizo Antonio Montero a Eva Sannum cuando era pareja del rey Felipe VI: "Vengo a ayudarte..."

El favor que le hizo Antonio Montero a Eva Sannum cuando era pareja del rey Felipe VI: "Vengo a ayudarte..."
Antonio Montero, colaborador de 'Tardear'
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En el plató de ‘Tardear’, Antonio Montero ha sorprendido con una batería de anécdotas sobre los años en los que siguió de cerca la relación entre Eva Sannum y el entonces príncipe Felipe.

Entre persecuciones por la India, carretes olvidados en azoteas y fotografías imposibles, el periodista confesó también el gesto inesperado que tuvo con la modelo noruega en uno de sus encuentros.

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Montero relató cómo viajó hasta Jaipur, Delhi y el Taj Mahal decidido a conseguir imágenes de la pareja. Tanto fue así, que llegó a hacerse pasar por huésped de hotel, a colarse en archivos de fotógrafos locales e incluso a remover montones de carretes abandonados en busca de las instantáneas perfectas.

 “Conseguí fotos en el hotel donde se alojaron, incluso la cuenta y las llamadas que hicieron desde la habitación”, contó entre risas, asegurando que hoy aquello sería “casi un delito”.

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El gesto con Eva Sannum

Pero, más allá de la aventura periodística, Montero reveló el momento en que dejó de ser paparazzi para convertirse en improvisado ayudante de mudanza. Ocurrió en Noruega, cuando vigilaba de cerca a la modelo. Eva llegó en un Seat (un coche que en su día se dijo que era un regalo del príncipe) con un mueble enorme atado al maletero.

“Yo estaba escondido en mi coche, como siempre, pero al verla pelearse con aquel mueble me dio tanta pena que me bajé y la ayudé a subirlo por las escaleras”, recordó. La escena, casi de película, terminó con Montero presentándose: “Soy español, periodista… pero hoy vengo a ayudarte”.

Según confesó, no tomó fotos del momento, aunque sí lo hicieron otros compañeros presentes. “Para mí siempre era más importante la aventura que la portada”, aseguró.

La otra cara de la historia

El periodista también rescató la anécdota del viaje privado de Felipe y Eva a la India, cuando el entonces príncipe, al aterrizar en Jaipur, abrió la puerta del avión con una copa en la mano y se encontró con autoridades y banda municipal esperándolos. Al ver la escena, cerró de inmediato la puerta y se negó a salir hasta que se despejara el recibimiento.