Rafael Amargo reaparece tras su bache de salud y revela que ha estado ingresado en un psiquiátrico

Rafael Amargo. Europa Press
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Después de atravesar uno de los periodos más complicados de su vida, Rafael Amargo vuelve a dar la cara. El bailaor, que el pasado mes de mayo fue absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid del delito de tráfico de drogas por el que fue detenido en diciembre de 2020 -un proceso que lo tuvo durante años en el punto de mira y que podía haberle costado nueve años de prisión-, ha reaparecido públicamente tras superar un grave problema de salud.

En su reaparición, ha confesado cómo se encuentra y ha revelado por primera vez que estuvo ingresado en un centro psiquiátrico tras su puesta en libertad.

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El artista ha acudido a la presentación del vino The Gipsy, creado por su amigo Chico Castillo en colaboración con las bodegas Pinord. Allí ha hablado abiertamente de cómo la infección de colon lo llevó al hospital y le hizo replantearse su vida: "Gracias a Dios el diagnóstico ha salido bien. Y a brindar por la salud, que es lo más importante", ha declarado a las cámaras de Europa Press.

Su problema de salud

Fue su mujer, Luciana Bongianino, quien el pasado 20 de septiembre confirmó que Amargo se encontraba ingresado en un hospital madrileño a causa de una fuerte infección en el colon. Información que luego amplió a la web de Informativos Telecinco, aseverando que, por aquel entonces, desconocían lo que le ocurría.

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Durante más de dos semanas, el bailaor ha permanecido bajo observación médica, aquejado de altas fiebres y fuertes dolores abdominales, hasta que los especialistas lograron controlar la inflamación.

"Nunca había tenido problemas de salud, ni de colon ni de nada. Las fiebres eran muy altas y hasta que encontraron de dónde venía todo, tardaron un poco. Ahora ya, de golpe, me he centrado en eso. Me he vuelto un poco hipocondríaco, la verdad. Pero mira, me he quedado muy delgadico, he perdido como ocho kilos", ha explicado.

En este sentido, ha manifestado que "esto son anuncios que te da la vida para regular… Uno ya tiene otra edad, entra en otra etapa más seria, y lo importante es poder contarlo. Que esté aquí ya es mucho".

Su vida tras la tormenta judicial

Este ingreso hospitalario llega apenas unos meses después de que Amargo fuese absuelto del mediático proceso judicial que lo había mantenido en un limbo durante casi cuatro años.

Detenido en diciembre de 2020 acusado de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, el artista defendió su inocencia desde el primer momento. El pasado mes de mayo, la Audiencia Provincial lo exoneró de todos los cargos por falta de pruebas.

Sin embargo, el peso de la causa, y la repercusión mediática que lo acompañó, le ha marcado. "Han sido años durísimos. Si no me ha atacado la cabeza, que la tengo en su sitio, pues bueno… un poco el oído también. He perdido mucha audición de los dos oídos, he perdido algo de vista… Ha sido mucho, mucho, y uno se derrumba. Porque no somos máquinas, somos humanos y tenemos sentimientos", ha reconocido.

Lo más sorprendente de su revelación ha sido sobre los meses posteriores a su detención: ha desvelado que estuvo ingresado en un psiquiátrico. "Me ingresaron en un centro de salud mental psiquiátrico. Y cuando me vi haciendo un juicio por videoconferencia con un iPad, sin poder defenderme, salí corriendo", ha comunicado.

Es la primera vez que el artista reconoce públicamente haber pasado por un ingreso psiquiátrico, algo que, según él, fue consecuencia directa del estrés y la presión de aquel proceso judicial.

Su regreso a los escenarios

A pesar de su fragilidad física, Rafael Amargo ha vuelto a los escenarios en cuanto ha recuperado fuerzas. El pasado fin de semana actuó en Granada, donde pudo sentir de nuevo el calor del público.

"Han estado bien, sobre todo porque artísticamente tengo muchas ganas de bailar y de contar muchas cosas. Es como un periodo después de la pandemia y de todo lo que me ha pasado… Han sido ocho o diez años en los que casi no he bailado. Hay una generación entera que no me ha visto, y tengo que darme ese gusto. Lo necesito: el arte me salva", ha asegurado.

Eso sí, reconoce que, ahora mismo, su prioridad es "curarme, alimentarme bien y volver a mi esencia. Tranquilidad y buenos alimentos", y ha lamentado que su absolución no haya bastado para limpiar del todo su imagen pública.

"Aunque me siento español por los cuatro costados, ahora mismo estoy sufriendo una cancelación absoluta. Hace casi dos años que estoy absuelto de todo y nadie hace por remediarlo. El silencio, el que calla, otorga. Y ese silencio también es complicidad. Tengo que seguir bailando, aunque sea fuera. No puedo quedarme quieto esperando a que la gente olvide. Lo que me salva es el arte, y el arte no tiene fronteras", ha sentenciado.