El día en que Willy Bárcenas, vocalista de Taburete, fue secuestrado: un falso cura, un motivo y cómo salvó a su familia
El 23 de octubre de 2013, la familia de Luis Bárcenas, extesorero del PP, sufrió un secuestro por parte de un hombre que se presentó en su casa como un cura
El secuestrador, Enrique Olivares García, fue condenado a 22 años de prisión y falleció en 2022
23 de octubre de 2013. España vivía el auge del caso Gürtel y el nombre de Luis Bárcenas aparecía cada día en los titulares. La familia intentaba mantenerse al margen del foco mediático, pero aquella tarde la polémica entró literalmente por la puerta.
Un hombre tocó el timbre de la casa de la familia Bárcenas. Se presentó como un sacerdote enviado del Obispado de Madrid que tenía que rellenar unos papeles para la puesta en libertad del extesorero del PP.
En el domicilio estaban Rosalía Iglesias, esposa del extesorero, su hijo Willy -vocalista de Taburete-, una empleada doméstica y un escolta privado. Al dejarle entrar, todo cambió.
Los detalles
El secuestrador, de unos 60 años, ordenó a todos sentarse en el salón y empezó a gritar: quería "los pendrives y los discos duros" con supuesta información comprometedora de Luis Bárcenas. Mientras hablaba, amenazaba con disparar si no colaboraban.
Los rehenes fueron maniatados con bridas. El agresor, más tarde identificado como Enrique Olivares García, insistía en que su objetivo era obtener documentos. No pedía dinero, sino pruebas.
Durante unos minutos, todos fingieron cooperar. Willy y el escolta intercambiaron miradas. Esperaron el momento justo y, en un momento de distracción, ambos lograron liberarse y se abalanzaron sobre el atacante.
En aquel instante, la empleada de hogar aprovechó para escapar y corrió hasta un bar cercano pidiendo ayuda. Llevaba el revólver en la mano. Los clientes llamaron a la policía, que llegó pocos minutos después. Cuando los agentes entraron en la vivienda, encontraron al falso sacerdote reducido y atado.
El secuestro duró menos de una hora, pero dejó a la familia completamente destrozada. Han pasado 22 años de aquello.
El secuestrador
El detenido resultó ser Enrique Olivares García, un hombre de 64 años con antecedentes penales y problemas psiquiátricos. Según los informes policiales, había planeado el asalto con detalle y conocía la identidad de sus víctimas.
En el registro se comprobó que el arma era de fogueo, aunque llevaba balas reales. En su declaración, Olivares aseguró que actuó "para hacer justicia" y que buscaba documentos "para ayudar a España". La policía descartó cualquier motivación religiosa o económica.
La Fiscalía le acusó de detención ilegal, amenazas y tenencia ilícita de armas, y fue condenado a 22 años de prisión. Los jueces le consideran autor de un delito de allanamiento de morada, tres delitos de secuestro, tres delitos de amenazas, otro de tenencia ilícita de armas y de tres faltas de lesiones durante el asalto a la vivienda.
El tribunal también tuvo en cuenta si sufría problemas mentales, aunque establecía que "no puede apreciarse como eximente completa o siquiera incompleta". Los informes emitidos ratificaron que las capacidades de comprensión y abstracción de Enrique Olivares eran adecuadas y que mantenía plena conciencia de la realidad, por lo que era "capaz de distinguir con normalidad entre la licitud e ilicitud de una conducta".
En 2018, estando preso en la cárcel de Cuenca, sufrió un ictus. Cuatro años después falleció a los 72 años por causas naturales. Por aquel entonces, se encontraba en tercer grado penitenciario, lo que le permitía dormir en su domicilio con control telemático.
Dos años antes, en 2020, iba a ser interrogado en el marco de la operación Kitchen, pero el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón decidió suspender el mismo tras el reconocimiento forense, que comprobó que no estaba en facultades para declarar.
Las declaraciones de Willy Bárcenas
Con el paso del tiempo, el cantante se ha sincerado en varias ocasiones sobre cómo vivió aquel episodio y sobre cómo le ha afectado.
"Quiero saber quién me estuvo vigilando durante meses, quién mandó a un tío a secuestrarme a mi casa, quién puso a un chófer que era un espía para controlar mis pasos y los de mi familia. ¿Sabré la verdad? Probablemente no, pero, bueno, ahí estoy", reveló a 'El País' este año.
También en 2019, en 'Viajando con Chester', programa de Cuatro de Risto Mejide, habló sobre lo ocurrido.
"Él conocía mi vida, sabía que había estado en Nueva York, y de repente, y empieza a toser y se acerca a la mochila para sacar unas pastillas para la tos, pero saca un revólver y nos dice que no es sacerdote. Nos tumba en el suelo, nos ata las manos con bridas y nos dice que viene a por todos los papeles, pero no para llevárselos para el PP sino para sacarlos como revolucionario. Un tipo muy agresivo", aseguró.
Y añadió: "Yo sólo pensaba en cómo salir de la situación, mientras mi madre le decía que quitara el cigarro que le estaba jodiendo la mesa. La escena acaba en el despacho de mi padre, donde yo lo veo todo negro de cojones, veo que voy a morir, que mi madre va a morir y me imagino a los funcionarios yendo a la cárcel a decírselo a mi padre. Me dijo que o le daba todo o le pegaba un tiro a mi madre y me salió una fuerza descomunal, rompí la brida y le di un cabezazo".