Juan Carlos I

El rey Juan Carlos habla por primera vez de la muerte de su hermano mientras jugaban con una pistola: "No me recuperé"

El rey Juan Carlos. Cordon Press
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Las memorias del rey emérito Juan Carlos I, publicadas bajo el título 'Reconciliación', también abre de nuevo uno de los episodios más dolorosos de su vida y de la historia de la Corona española: la muerte de su hermano menor, Alfonso.

Por primera vez, el exmonarca relata cómo vivió aquel trágico suceso ocurrido en 1956, al que dedica un breve capítulo en su biografía y que, según confiesa, aún le acompaña.

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El padre del rey Felipe admite desde las primeras líneas que nunca le resultó fácil hablar del tema. Durante décadas evitó mencionar lo sucedido, pero ahora asegura que su fallecimiento lo cambió todo y marcó "un antes y un después".

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"No me recuperé de esta desgracia. La gravedad me acompañará siempre", revela en su libro, que se ha publicado este miércoles 5 de noviembre en Francia y que verá la luz el 3 de diciembre en España. El epígrafe es de tan solo dos páginas y lo ha llamado 'El drama'.

"Lo echo de menos, me gustaría tenerlo a mi lado, poder hablar con él. He perdido a un amigo, a un confidente. Dejó un vacío inmenso. Sin su muerte, mi vida habría sido menos sombría, menos infeliz", cuenta, dejando entrever que aquel episodio condicionó su carácter y buena parte de su vida adulta.

El día de la muerte

Todo ocurrió el 29 de marzo de 1956, Jueves Santo, cuando los dos hermanos se encontraban en la residencia familiar de Estoril. Allí manipulaban una pistola del calibre 22, un arma que según detalla Juan Carlos le había sido entregada por un lugarteniente en España.

Ambos creían que estaba descargada, ya que le habían retirado el cargador y no contemplaron la posibilidad de que permaneciera una bala en la recámara.

En sus memorias, Juan Carlos I recuerda, mientras él sostenía la pistola, un disparo se escapó en dirección al techo. La bala rebotó y terminó impactando fatalmente en la frente de Alfonso. El joven murió casi de inmediato, en brazos de su padre. "Se disparó un tiro al aire, la bala rebotó y alcanzó a mi hermano en plena frente. Murió en brazos de nuestro padre", narra.

'Juanito', entonces infante, tenía 18 años, su hermano Alfonso tenía 14.

El exmonarca describe aquel día como el inicio del caos. "Todavía es difícil hoy hablar de ello, pienso en él todos los días".

Apenas dos días después del funeral, asevera, fue enviado nuevamente a la Academia Militar en España, porque, como le dijeron entonces, "era necesario retomar la vida". Él sostiene que jamás volvió a ser la misma persona.

Cada año, el 3 de octubre -fecha del nacimiento de Alfonso- continúa siendo "un día inolvidable", sentencia. El año que viene se cumplirán 70 años de su fallecimiento.

El protocolo tras la muerte del rey Juan Carlos

El exmonarca también se pronuncia sobre lo que ocurrirá tras su muerte y el protocolo que se activará cuando fallezca.

"Cuando llegue mi hora, llegará. Entonces podrán hacer lo que quieran conmigo. ¿Seré el siguiente? ¿Hay algún plan para mi funeral? No lo sé. Sé que la bóveda de los reyes en El Escorial está llena. Hay espacio para construir otra. ¿Qué decidirá el gobierno? Todo está en sus manos. Es cuestión de presupuesto y voluntad", comienza.

El abuelo de la princesa Leonor manifiesta que, por el momento, "me parece que no se ha decidido ni organizado nada". "Lo único cierto es el proceso tradicional de colocar el cuerpo en un ataúd, ¡una dura prueba!".

Tal y como explica sobre este procedimiento, "el cuerpo reposa durante 25 años en una habitación llamada 'pudridero', donde el difunto literalmente se pudre. Luego, los monjes del monasterio de El Escorial rompen los huesos del cuerpo, en presencia del jefe de la Casa Real. Estos huesos se colocan en una especie de urna sellada que sale de la bóveda para ser instalada en la necrópolis real. No suena muy atractivo… pero así es esta tradición que se remonta a los Austrias. No sé si podré escaparme de esto, pero no me importa. No me obsesionan esas consideraciones", zanja.