Juan Carlos I

Salen a la luz las memorias del rey emérito Juan Carlos: sus declaraciones más polémicas y las que más darán que hablar

Las memorias del rey: sentimiento de abandono familiar. Informativos Telecinco
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Ya han salido a la luz las memorias del rey Juan Carlos I, publicadas en Francia bajo el título 'Réconciliation. Mémoires. Juan Carlos I d´Espagne' y previstas en España para el 3 de diciembre.

En las más de 500 páginas, el rey emérito aborda distintos episodios de su vida y de su reinado: desde su papel en la transición española hasta el exilio en Abu Dhabi, pasando por la relación con su hijo Felipe, con la reina Sofía y con su nieta Leonor. Las revelaciones, adelantadas por la prensa gala, han generado un gran revuelo mediático.

Deseo de regresar a España

Juan Carlos I expresa en su biografía su deseo de regresar a España y de "renovar una relación armoniosa" con su hijo, el rey Felipe VI.

Desde 2020 reside en Abu Dhabi, y afirma que lo que más anhela es volver a su hogar, retomar vínculos familiares y poder disfrutar de una jubilación tranquila.

"Espero sobre todo, durante mi vida, tener una jubilación tranquila, renovar una relación armoniosa con mi hijo y, sobre todo, regresar a España, a mi hogar", señala.

Estas palabras adquieren más sentido al coincidir con el 50º aniversario de su reinado.

Su relación con Felipe VI

Asimismo, el emérito indica que su relación con su hijo está prácticamente rota, y subraya que el actual rey "le dio la espalda por deber".

"Entiendo que, como rey, debe mantener una postura pública firme, pero sufrí por su insensibilidad".

La reina Letizia, la princesa Leonor y la familia

Otro punto que destaca es las declaraciones del exmonarca sobre sus relaciones familiares. Respecto a la reina Letizia, asevera que su llegada "no ayudó a la cohesión" y admite un "desacuerdo personal" con ella.

En cuanto a la princesa Leonor, le dirige un claro mensaje: "Que tenga seguridad en sí misma, que cumpla con su deber con simpatía y amabilidad, que sea garante del respeto a la Constitución". Con ello, Juan Carlos I parece querer transferir su legado institucional y emocional hacia la futura reina, en un momento en que la Corona mira hacia adelante.

La reina Sofía

También destaca la figura de la reina Sofía, que este pasado 2 de noviembre celebró su 87 cumpleaños, y Juan Carlos I ha querido ahora mostrarle su admiración y respeto.

A lo largo de un capítulo entero, la describe como "una mujer excepcional, íntegra, bondadosa, rigurosa, dedicada y benevolente. Es la personificación de la nobleza de espíritu".

Y añade: "España no habría podido tener una reina más abnegada e intachable. Tenemos caracteres complementarios, ella es más metódica y yo más espontáneo. En muchos aspectos somos diferentes, pero compartimos el mismo sentido del deber, de la Corona, del honor, de la amistad, de la devoción por nuestros hijos y nietos".

El emérito afirma que "hice cuanto pude, pese a mi torpeza, para garantizar su bienestar y la comodidad, la suya y la de su familia griega en el exilio, a la que siempre he ayudado", y deja claro que "nada podrá borrar mis profundos sentimientos hacia mi esposa, Sofi, mi reina, ni siquiera algunas desavenencias".

El apodo que detesta

Juan Carlos I también revela que "detesta" el término 'emérito' para referirse a él, pues lo considera "frío y despersonalizado". Prefiere que se le mencione como "rey padre".

Cuestiones de protocolo tras su muerte

Una de las revelaciones más sorprendentes es la reflexión sobre lo que ocurrirá tras su muerte. El exsoberano comenta que no sabe "si podrá escaparse de una tradición" respecto al protocolo funerario.

Detalla que el cuerpo reposa 25 años en una sala llamada "pudridero", y que después los monjes del Monasterio de El Escorial -en presencia de la Casa Real- rompen los huesos del cuerpo para depositarlos en una urna sellada en la necrópolis real.

"Estos huesos se colocan en una especie de urna sellada que sale de la bóveda para ser instalada en la necrópolis real. No suena muy atractivo… pero así es esta tradición que se remonta a los Austrias. No sé si podré escaparme de esto, pero no me importa. No me obsesionan esas consideraciones", declara.

Transparencia y dinero

Las memorias también aborda su fortuna. Juan Carlos I reconoce que aceptó en 2008 un "regalo" de 100 millones de dólares del rey de Arabia Saudí, calificándolo de "grave error". Asimismo admite que tales episodios contribuyeron a erosionar su reinado y su vida familiar.

Sobre Corinna Larsen

Sobre Larsen, y aunque sin mencionarla por su nombre, el exmonarca reconoce que fue "un error que lamento profundamente".

Y añade: "Puede parecer banal: muchos hombres y mujeres se han dejado cegar hasta no ver la evidencia. En mi caso, tuvo un efecto devastador en mi reinado y en mi vida familiar. Erosionó la armonía y la estabilidad de esos dos aspectos esenciales de mi existencia, y llevándome finalmente a tomar la difícil decisión de abandonar España".