¿Sí o no?

Por qué unos mejillones son naranjas y otros pálidos: ¿los podemos comer?

¿Por qué algunos mejillones son más pálidos que otros?. Unplash
  • Es habitual encontrar algunos mejillones de color pálido cuando abrimos una lata de conserva o cuando pedimos una ración en un bar

  • Cuando presentan este aspecto los mejillones suelen causar dudas y recelos entre los consumidores

  • ¿Están en mal estado? ¿Los podemos comer con tranquilidad?

Compartir

Los mejillones son tan populares en nuestro entorno, que hay incluso establecimientos hosteleros dedicados en exclusiva a este producto. Es además uno de los principales protagonistas en el terreno de las conservas, junto con otros, como el atún y las sardinas. No es para menos porque se trata de un producto sabroso y asequible que además aporta nutrientes de interés.

A pesar de su popularidad, por lo general desconocemos muchos detalles acerca de este producto y eso a veces nos genera dudas y desconfianza. Ocurre por ejemplo cuando encontramos diferencias en el color: algunos presentan una carne de color naranja intenso, mientras que en otros el color es mucho más pálido.

PUEDE INTERESARTE

¿A qué se deben las diferencias de color? 

El principal motivo que explica las diferencias en el color de los mejillones es el sexo: los mejillones cuya carne es de color naranja intenso son hembras, mientras que los que presentan un color crema, mucho más pálido, son machos.

Esta diferencia se debe simplemente al dimorfismo sexual, es decir, a las diferencias que hay entre las características de los machos y las hembras, igual que ocurre en la mayoría de las especies. En este caso el principal responsable es un compuesto llamado astaxantina, un carotenoide que está presente de forma natural y que se encuentra en mayor cantidad en las hembras.  

PUEDE INTERESARTE

También pueden influir otros factores, como el lugar en el que se desarrollen o el alimento que consuman. Los mejillones se alimentan a partir de plancton, filtrando el agua del mar. Así que su composición puede variar según la región y la época del año. Por ejemplo, si consumen una mayor cantidad de fitoplancton rico en carotenoides, su coloración puede ser más intensa, independientemente de que sean machos o hembras. 

¿Podemos comer los mejillones que tienen un color pálido?

Como podemos imaginar a partir de lo que acabamos de mencionar, la intensidad del color que presentan los mejillones no es indicativo de su aptitud para el consumo. Dicho de otro modo: podemos comer sin problema los mejillones que presentan un color pálido porque esta característica depende principalmente del sexo del animal y no tiene influencia sobre la salud.

PUEDE INTERESARTE

Medidas para asegurar la inocuidad de los mejillones

Como ya hemos señalado, los mejillones, al igual que otros moluscos bivalvos, se alimentan a partir de plancton y otras partículas de materia orgánica. Para ello filtran el agua del mar, de manera que, si esta no se encuentra en buenas condiciones, estos animales pueden retener partículas potencialmente peligrosas para la salud, como virus, bacterias o toxinas marinas procedentes de algas.  

Este es el principal riesgo que existe con este tipo de productos (y no tienen nada que ver con el color de los mejillones). Por eso es importante no consumir moluscos que se han adquirido en el mercado negro o fuera de los cauces convencionales.  

Para evitar estos riesgos, los productores toman diferentes medidas, como controlar la calidad del agua del mar en el entorno donde se crían estos animales. Por ejemplo, uno de los principales riesgos es lo que se conoce como marea roja, que se produce cuando el agua del mar contiene toxinas producidas por algas debido a la elevada proliferación de estas últimas. Cuando esto ocurre, se prohíbe la captura de mejillones para el consumo. 

Otras medidas que toman los productores consisten por ejemplo en aplicar un proceso de depuración sobre los mejillones una vez capturados. Este consiste simplemente en someter a los moluscos a una corriente continua de agua de mar limpia y desinfectada para así poder retirar la posible presencia de partículas indeseables. Además, se realizan análisis de los mejillones para comprobar que estos riesgos no están presentes y que son aptos para el consumo.  

Precauciones en casa

Por supuesto, en casa también debemos cumplir nuestra parte para evitar riesgos. Conviene tomar algunas medidas básicas, como mantener las medidas de higiene, almacenarlos en frío hasta el momento de prepararlos; cocinarlos bien, hasta que estén hechos y no dejar pasar mucho tiempo desde la compra hasta el consumo, ni desde que los preparamos hasta que los comemos. El olor puede orientarnos para conocer su estado, sobre todo en el caso de los mejillones crudos, pero no es una herramienta infalible, así que conviene no fiarse demasiado de nuestros sentidos.  

Por último, también es importante tener precaución en el caso de personas alérgicas a los moluscos, tanto si comemos fuera, como si preparamos mejillones en casa. A veces se utilizan, por ejemplo, para elaborar sopas y caldos, de modo que su presencia puede pasar inadvertida, suponiendo un riesgo para las personas que tienen alergia a estos productos. A veces no le damos importancia, pero una alergia a los alimentos puede llegar a comprometer la vida de la persona afectada.