Alberto Ruiz Gallardón y Cobo debían viajar en un vuelo regular con destino a Hamburgo que tenía previsto partía hacia las 15 horas, pero la salida se ha demorado tres horas y media. Debido a que el vuelo hasta Hamburgo dura otras tres horas, la llegada del alcalde y el vicealcalde apenas les permitiría llegar a ver algo del partido, por lo que han optado por bajarse del aparato.
Según las fuentes, el comandante del avión ha explicado que el fuerte retraso se debía a que el aeropuerto de Hamburgo estaba bloqueado ante la llegada continua de aparatos durante todo el día, ya que aparte de los servicios habituales ha debido soportar decenas de vuelos adicionales cuyos pasajeros querían ver la final de la Liga Europea. Quienes sí han llegado a la ciudad alemana han sido la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, junto a otros miembros de su Gabinete, como el vicepresidente, Ignacio González, y el consejero de Presidencia, Francisco Granados.
Hasta ese momento, Hamburgo había vivido prácticamente al margen de la final. Algún cartel publicitario en las marquesinas del autobús o la exposición del trofeo en el ayuntamiento de la ciudad, donde permaneció hasta la tarde de ayer, habían sido los únicos indicios de que hoy se disputaba allí un duelo europeo decisivo.
Todo cambió este miércoles. La llegada de aficionados del Atlético está convirtiendo algunos lugares del centro de Hamburgo en un trasiego constante de bufandas y banderas rojiblancas, centradas muchas de ellas en Rathaus Markt, la plaza del Ayuntamiento, donde ya se oían cánticos para arropar el sueño europeo del conjunto madrileño.
Desde el himno hasta el 'te quiero, Atleti' acompañan cada paseo por allí, a unos veinte minutos andando del otro centro de reunión de aficionados, el 'Fan Zone' habilitado por la UEFA para los hinchas de ambos equipos en el barrio de Sant Pauli y también con buen número de seguidores rojiblancos. Si se mira bien, es posible también encontrar seguidores del Fulham en las calles. No son pocos pero resultan evidentemente menos visibles.
Las temperaturas no son propias de mayo, ni siquiera para lo que la gente está acostumbrada en un país frío como Alemania. El termómetro apenas supera los diez grados y el frío está nublado. Sin embargo, la expectativa del partido parece quitarle el frío a muchos que incluso se sientan a beber algo en las terrazas de la ciudad o recorren las calles con camisetas de manga corta.
Con un ojo en el volcán
El volcán islandés ha mantenido en vilo al equipo y a los aficionados pero, finalmente no hay problemas para volar, salvo que se de un cambio drástico de la nube de cenizas.
"Al principio pensábamos que nos quedábamos con la entrada en Madrid pero finalmente estamos aquí en Hamburgo", afirma una de las afortunadas que ya ha llegado a la ciudad alemana.
Todo preparado en Neptuno
Un dispositivo de seguridad protegerá y garantizará el normal desarrollo de los actos y festejos que los aficionados del Atlético de Madrid pudieran celebrar, en el caso de ganar la final de la Europa League. Un doble vallado alrededor de la fuente de Neptuno protege al monumento de seguidores y aficionados colchoneros.
Un partido VIP
A Hamburgo, han llegado vestidos de rojo y blanco hinchas de todos los formatos imaginables. Pandas de amigos jóvenes que viajan en grupo, familias con niños y matrimonios de diversas edades.
El Príncipe Don Felipe de Borbón encabeza la delegación española desplazada a Hamburgo. La institución rojiblanca está arropada por el Secretario de Estado, Jaime Lissavetzsky; el presidente del COE, Alejandro Blanco; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, y el director deportivo de la RFEF, Fernando Hierro, entre otros.
También han viajado destacados representantes del doblete del 96 con Kiko Narváez, Santi Denia, Vizcaíno y Juanma López a la cabeza.