La doble vida de Óscar, rapero y educador social en un centro de menores de Sevilla

Óscar Martín es un educador social que desde hace casi dos décadas trabaja en un centro de menores de Carmona. Ofe-e es un rapero de Sevilla de 44 años que bien podría haber acabado en uno de esos centros. El destino, sin embargo, no los quiso poner por separado... porque Óscar y Ofe-e en realidad son la misma persona: un rapero que educa con versos y un educador que rapea consejos. 

"Lo de Ofe-e es peculiar", dice Óscar. A finales de los 80 empezó a coquetear con los grafitis, que firmaba con el sobrenombre de Catástrofe. "Mi hermano mayor me llamaba así porque era muy inquieto y lo partía todo", recuerda ahora. Poco a poco fue recortando su firma: primero Tástrofe, luego Trofe y por último Ofe-e. 

Al final dejó los grafitis "porque no era lo mío, era muy malo pintando", pero se quedó con el apodo. Así Óscar se convirtió en Ofe-e y empezó a escribir sobre el mundo que le rodeaba... por duro que fuera. "He pasado mucho tiempo en la calle, tengo amigos en prisión, conocidos muertos por la droga...", cuenta a NIUS, "a ellos en parte le escribo".

Sin embargo, había un problema. "Me costaba meterme en un estudio", nos confiesa. El miedo escénico fue apagando a Ofe-e y volvió a aparecer Óscar. "Siempre he sido muy empático", explica a NIUS, "mi madre me llamaba el abogado de los pobres porque siempre intentaba ayudar al indefenso". Era algo innato en él y sin pensárselo dos veces se metió a educador social.

Trabajando con menores

Consiguió una plaza en el Centro de Internamiento Los Alcores, en Carmona. "Mi trabajo es reeducar al menor a todos los niveles", dice Óscar, "le inculcas hábitos higiénicos, cepillado, asearse, limpiar zonas comunes, su cuarto, cuartos de baño... pero también conducta, actitud, habilidades sociales o cómo evitar las confrontaciones".

Su trabajo a veces parece un espejo. "Yo he cometido muchos fallos en la vida, pero por suerte no he acabado en ningún centro ni en prisión", nos confiesa, "a pesar de haberlo merecido". Y eso le lleva a entender mejor a los menores con los que trabaja. "Normalmente no tienen culpa de lo que han hecho, les han moldeado así y así han surgido sus carencias". Así, durante años, se ha enfrentado a casos de impacto social o muy mediáticos. "Con el tiempo ves que aunque haya hecho algo muy malo, para ti es un chiquillo más".

De vuelta al rap

Y así llegó 2015. Su mujer se quedó embarazada, tenía trabajo estable y Ofe-e volvió a aparecer en su vida. "Tenía una espinita clavada por haber dejado el rap", una frustración que se quiso quitar entrando a grabar de nuevo en un estudio. Desempolvó libretas y sacó de nuevo las rimas, pero esta vez no solo escribía Ofe-e, también lo hacía Óscar.

Sus años de trabajo como educador social empezaron a tomar forma de canciones. "Siempre hay un consejo educativo en mis temas, fomentando el cambio de la persona", dice Óscar, y por eso su primer disco lleva por nombre Nunca es tarde. "No solo se refiere a mi, sino a todos los que intentan cambiar de vida". 

La espinita que se quitó con el rap era más grande de lo que esperaba y acabó siendo un tsunami que inundó cada rincón de su vida. Un disco, más de veinte singles, conciertos, entrevistas, colaboraciones con artistas dentro y fuera de España... "No pensaba que iba a ser tanto", dice Óscar que asegura que le cogió por sorpresa.

La música también se coló en su vida como educador y empezó a impartir talleres de rap en el centro de menores. "Los chiquillos canalizan lo que sienten en forma de canción", dice Óscar, "que saquen ese mal pensamiento al papel mejor que meter la pata". El año pasado incluso llegó a organizar dentro del centro un concierto donde actuaron los menores que habían participado en el taller.

"Uno de los últimos chicos que ha hecho el taller tiene mucho talento y está colaborando conmigo en mis canciones", nos cuenta. A otro menor de Málaga le está ayudando a conseguir medios para grabar sus canciones. "Lo que tienen que decir es importante" y por eso ahora Óscar se centra en crear una asociación de "hip hop terapia" que les ayude a seguir con el rap una vez que salgan de los centros de menores.

Cambiar vidas sigue siendo su trabajo, pero ahora el rap le ayuda. Aunque si tiene que elegir entre el rap y el centro de menores, elegiría su profesión de educador social. Pero no hace falta elegir... Óscar y Ofe-e bien podrían haber sido dos personas de una misma historia, pero son dos historias de una misma persona, como dos estrofas de una misma canción.

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