José Ramón, el 'Ángel de la Música' que cerró su empresa para tocar el piano en la calle

José Ramón llegó a tener en Cádiz una empresa de música para bodas con más de 20 pianistas y 10 pianos de cola
Un día decidió dejarlo todo para dedicarse a tocar su piano en la calle al atardecer
Adrián Blanco, de pedir para estudiar en Nueva York a ser considerado un virtuoso del piano contemporáneo
CádizAparece cuando el sol está a punto de desaparecer. Puede ser una playa, un campo de girasoles o la calle más ruidosa de Cádiz. José Ramón solo necesita un atardecer y el carro sobre el que ha montado su piano de cola. Y ahí, en medio del día y la noche, donde parece que todo llega a su fin, empieza a tocar el pianista del atardecer, conocido como el 'Ángel de la Música'.
Sin embargo, su flechazo con el piano fue una mañana. José Ramón García tenía 16 años y estaba junto al camión de transportes de su padre en Puerto Real esperando algún encargo. "Allí se presentó la Orquesta Sensación", recuerda ahora, "tenían que actuar por la tarde en el cine Corredera de Conil de la Frontera". Y en esos 40 kilómetros se enamoró de la música.
Su primer instrumento fue un teclado. "Mi padre no podía comprarme un piano", dice José Ramón, que durante seis meses estuvo con las manos puestas en el cristal del escaparate de la tienda esperando a que llegaran los Reyes Magos de ese año. "Luego intenté apuntarme a la escuela de música, pero me echaron", confiesa, "decían que no tenía oído". La anécdota la sigue contando cuatro décadas después en todos sus conciertos.

Sin escuela, pero con ganas... sin piano, pero con teclado, José Ramón aprendió como pudo y empezó a tocar en diferentes grupos. "Estuve un año en Puerto Real tocando sevillanas y rumbas", cuenta a NIUS, aunque no le gustaba demasiado. Más tarde entró a formar parte de un grupo de rock, donde se encontraba más cómodo, pero no cobraba nada.
Al final llegaron las orquestas y con ellas las actuaciones en los bailes. "Ahí es donde empezamos a ganar dinero", dice José Ramón, y con ese dinero empezó a comprar mejor equipo. Así fue como consiguió su piano de cola y tras la trayectoria de orquestas acabó trabajando como pianista de hotel durante muchos años.
Una empresa de éxito
En aquella etapa decidió crear una empresa para llevar su piano a las bodas. Tuvo tanto éxito que pronto contaba con una plantilla de 20 pianistas y 10 pianos de cola. "Había veces que teníamos hasta ocho bodas el mismo día", cuenta José Ramón. Sin embargo, el estrés y la presión del negocio le agobiaban. "Me puse en 120 kilos con tanto estrés", nos cuenta el pianista, que a día de hoy ha perdido 50 kilos.
