El equipo detrás del traslado a vida o muerte de una paciente de Málaga: 220 km y una decena de profesionales

La paciente es una mujer de mediana edad con una patología cardíaca grave que necesita un trasplante de urgencia. Estaba ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Carlos Haya de Málaga y tenía que ser trasladada a la del Virgen del Rocío de Sevilla, centro de referencia. Un trayecto de 220 kilómetros, a vida o muerte, que ha sido posible gracias al esfuerzo titánico de más de una decena de profesionales médicos.

Estaba conectada a una máquina ECMO desde el pasado domingo, según explica a NIUS Emilio Curiel, Jefe de Sección de la UCI de Coronarias del Hospital Carlos Haya de Málaga. Un sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea, o lo que es lo mismo, una máquina capaz de proporcionar soporte cardíaco y respiratorio durante días o semanas a pacientes críticos que así lo necesitan.

Este miércoles tenía lugar el traslado por carretera. Un convoy formado por dos ambulancias hacían el recorrido de dos horas y diez minutos, escoltadas por Policía Local en los tramos urbanos y guardia civil, durante el trayecto en carretera.

"Cuando cierras las puertas de la ambulancia, ya no hay marcha atrás"

En la primera, viajaba la paciente, junto a una enfermera, un perfusionista encargado del manejo de la máquina y un médico intensivista. “Se trata de que viaje en las mismas condiciones en las que estaba en la UCI, no tiene que notar el traslado”, apunta Curiel. Tras ella, la segunda ambulancia con un cirujano cardíaco y todo el material replicado de la primera por si surgiera algún problema.

“Cualquier fallo, falta de oxígeno, de electricidad... implica que halla que solventarlo en mitad de la carretera”, insiste el médico que reconoce que, una vez que se cierran las puertas de la ambulancia y comienza el viaje, empieza uno de los momentos más críticos de este tipo de casos. “Sabes que ya no hay marcha atrás y que el objetivo es llegar al trasplante”, apunta.

"La conducción debe ser continua, sin frenazos"

Manuel Morón es uno de los Técnicos de Emergencia Sanitaria de SAMU que participó en el operativo. La conducción en este tipo de traslados es vital. “Debe ser continua con los mínimos frenazos para que el estado del paciente no lo perciba”, explica a NIUS. A veces, esto se hace difícil en determinados tramos de carretera. “Hay baches y, a ojo, tienes que intentar evitarlos o que no se noten porque dentro de la ambulancia pueden ir de pie o trabajando”, apunta.

La comitiva salía de Málaga a las 13.20 y llegaba a Sevilla a las 15.30 horas. El Hospital Virgen del Rocío es centro referente en situaciones de insuficiencia cardiaca avanzada y trasplante. Aquí, esta unidad multidisciplinar pasaba a hacerse cargo de la paciente, como explica a NIUS uno de sus responsables, el cirujano cardíaco José Miguel Borrego. "Somos el equipo final que valora y toma decisiones en función del estado en el que se encuentre", señala.

Dos hospitales, dos ambulancias, más de 220 kilómetros de distancia y dos equipos de profesionales dispuestos a que todo saliera bien. Ahora solo queda esperar que la paciente se recupere pronto.