SOS para salvar a Ragnar, un galgo lanzado en un saco desde un puente de Sevilla: “¿Era necesario este ensañamiento?”

Nadie conoce la vida que ha tenido Ragnar. Pero viendo cómo ha estado a punto de perderla es fácil imaginarlo. Metido en un saco y lanzado desde un puente a un canal de cuatro metros de profundidad. Así lo han encontrado este miércoles en Utrera (Sevilla), debatiéndose entre la vida y la muerte.

“Cuando crees que no puedes ver algo peor, aparece un nuevo caso aún más terrible”, reflexiona Aza, voluntaria en la Fundación Benjamín Mehnert, dedicada al rescate, la recuperación y la reubicación de galgos. Aquí están, desgraciadamente, acostumbrados a ver casos extremos de maltrato, pero lo de este animal los ha impactado. “No tenemos palabras para la atrocidad que hemos visto”, lamentan.

Fueron unos vecinos de la localidad los que se percataron de que lo que había dentro de un saco era un perro. Ante la imposibilidad de bajar al canal, dieron aviso a los bomberos que llevaron a cabo el rescate. Ragnar, que así lo han bautizado y que no supera los tres años de edad, estaba en estado de shock.

"Probablemente, jamás vuelva a caminar"

“Su carita refleja el dolor inmenso que padece”, lamenta Aza que reconoce que su diagnóstico es terrible. Además de un derrame en el ojo y múltiples contusiones por todo el cuerpo, su columna vertebral está completamente seccionada con posible daño medular. “Eso significa que, probablemente, jamás vuelva a caminar”, explica.

Aún así, necesita de manera urgente una cirugía para estabilizar su columna. De momento, permanece en el centro bajo una fuerte sedación y medicación. “Conforme han ido pasando las horas, el dolor que sufre es mayor”, lamenta esta voluntaria que no puede entender el grado de maldad de los responsables. “¿Era necesario este ensañamiento? Puedes no querer un animal y abandonarlo pero hacer daño de esta forma es muy cruel”, insiste.

Necesitan dinero para una operación urgente

Desde la Fundación ya están recaudando dinero para afrontar su tratamiento. “Solo la intervención son 3.000 euros pero, después, habrá que hacerle más pruebas que rondan los mil euros”, apunta. Requerirá además fisioterapia y, probablemente, estará condenado a usar un carrito de ruedas. “Necesitamos ayuda. Se merece una vida mejor”, reclama.

En apenas una horas, han tenido donaciones. “La gente se ha conmovido por su caso, pero hacen falta más aportaciones”, pide Aza que asegura que, desde el centro de recuperación, van a hacer todo lo que esté en sus manos para salvarlo y darle la mejor calidad de vida posible. “Ojalá que todo el amor que vamos a brindarle le hagan olvidar lo que un día un monstruo quiso arrebatarle”, asegura.

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