El duro discurso de Rafael, un guardia civil de Cádiz que fue embestido por una narcolancha: "No queremos más medallas"
Rafael, agente del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Cádiz, ha intervenido en el pleno de Jerez para visibilizar la falta de reconocimiento a su labor
En su discurso ha denunciado la ausencia de medios de seguridad, el trato desigual frente a otras fuerzas policiales y la negativa del Gobierno a reconocer su profesión como de riesgo
El agente ha subrayado la vulnerabilidad del cuerpo, recordando que 21 miembros de las fuerzas de seguridad se han suicidado en 2024
Cádiz“Los que siempre estamos para todo cuando nos necesitan, pero de los que siempre se olvidan”. Así es como Rafael Sánchez, agente de la Guardia Civil de la provincia de Cádiz, ha titulado el discurso que ha leído en la mañana de este martes en el pleno ordinario del Ayuntamiento de Jerez.
"Soy miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destinado en el mermado Servicio Marítimo de la Guardia Civil Cádiz, y mi nombre es C-77277-B, porque eso es lo que soy para este Gobierno, un simple número", continúa el agente ante la presencia de todo el equipo de Gobierno y miembros de la oposición de la localidad gaditana.
Rafael está de baja. En noviembre del año pasado fue embestido por una narcolancha mientras hacía su trabajo, "un trabajo que el Gobierno de España no considera de riesgo". Y por eso se ha puesto tras el atril con un discurso más que preparado delante.
Equiparación salarial
"Casi 17.000 agentes heridos en 2024 no son suficientes para poder considerarnos profesión de riesgo", lamenta quien en los últimos meses ha tenido que acudir a urgencias hasta en 14 ocasiones: "Me dan crisis de ansiedad y la tensión se me pone altísima". Eso por no añadir que su columna vertebral quedó destrozada en el accidente: "He perdido movilidad y tengo dolores insoportables".
Este agente de baja es además vocal del sindicato de guardias civiles "Jucil", por lo que lleva años luchando por lo que considera un derecho tan fundamental como sentirse protegido en su trabajo: "Llevamos años cumpliendo, a pie de calle, a pecho descubierto". En este contexto habla de falta de material de seguridad o problemas con las embarcaciones que se llevan repitiendo años.
"Vemos todos los días que hacemos el mismo trabajo que nuestros compañeros de la Policía Local y policías autonómicas, que corremos los mismos riesgos, que afrontamos las mismas amenazas, pero aún así nos seguís negando una y otra vez la equiparación salarial", reclama, insistiendo que son ya más de tres décadas con las mismas peticiones.
Un colectivo vulnerable
Uno de los momentos más complicados del discurso ha sido cuando ha recordado que el suicidio sigue estando muy presente en su profesión: "A lo largo del año 2024 se han quitado la vida 11 guardias civiles y 10 policías nacionales, uno cada 17 días", recordando que aunque pueden parecer un colectivo resiliente, también son vulnerables.
Reclama derechos e igualdad, "no queremos más medallas", ni tampoco aplausos tras una fotografía. Quiere sentir que él y los suyos están a salvo cuando salen a cumplir con su deber, con su trabajo, con su vocación. Rafael no sabe cuándo podrá volver al tajo, porque las heridas psíquicas duelen y perduran más que las físicas (que no son pocas).
Temió por su vida surcando las aguas contra el narcotráfico, la misma vida que otros compañeros no consiguieron sacar a flote. Por ellos, por él y por todos, ha pedido comprensión y esfuerzo en el pleno del Ayuntamiento de Jerez.
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