Globos, confeti y música para despedir a Fran, un niño de 16 años fallecido en Sevilla por una enfermedad rara: "Era la alegría del pueblo"
Fran, un niño de 16 años con una enfermedad rara, ha fallecido en el municipio sevillano de la Puebla del Río, donde le han despedido con globos, confeti y música al paso del féretro
Conocido, querido y admirado en todo el pueblo, el joven se enfrentó a la enfermedad con entereza y felicidad, tal y como ha quedado reflejado en su último adiós
SevillaDe esta vida te vas tal y como la has vivido. Aunque solo haya sido durante 16 años. Así que si vemos el traslado del féretro del joven Fran por las calles de La Puebla del Río (Sevilla), nos podemos imaginar cómo era.
A veces la vida se mide en tiempo. Otras en intensidad. Fran vivió tan de verdad, tan con el alma por delante, que su despedida no podía ser de otra forma que como fue, entre globos, lluvia de confeti y la música de 'Yo no me doy por vencido' de Luis Fonsi sonando por los altavoces del pueblo. Porque así vivió, sin rendirse jamás.
Con síndrome de Hunter, una enfermedad rara y con esperanza de vida limitada, Fran se sabía en la prórroga de la vida. Pero nunca fue un niño triste, ni su historia estuvo marcada por la resignación. Él era el corazón del pueblo, el alma de cualquier fiesta, el que cantaba sevillanas con media lengua y un oído privilegiado, el que hacía reír con sus bromas, como la de declararse bético con un padre sevillista convencido (aunque eso de broma tenía poco).
"Fran de la Puebla"
Fran de la Puebla, así le conocían todos. Un pueblo que lo quería, y lo adoraba. Era imposible no hacerlo. Había pasado por múltiples operaciones, tenía revisiones médicas semanales y, sin embargo, jamás se quejaba. Su fuerza y la entereza de su familia han sido durante años un ejemplo para todo el municipio.
El pasado año, en un gesto cargado de emoción, una calle fue bautizada con su nombre. En el azulejo puede verse la imagen de un superhéroe con capa y una C de confeti que resulta ser la mejor representación de la "Confeticidad". Esto que podría ser un palabro o una palabra compuesta por "confeti" y "felicidad" es en realidad el nombre de una Asociación del municipio sevillano que lucha contra el cáncer, y que encontró en Fran a un padrino perfecto para divulgar y promover una vida llena de colores. De ahí viene todo.
Por eso, cuando su ataúd cruzó el centro del pueblo, frente al antiguo ayuntamiento, una explosión de confeti lo envolvió todo. Fue su último vuelo como superhéroe. No un adiós, sino un hasta luego lleno de color, como a él le habría gustado. La familia, desde su dolor, ha querido que todo se viva sin dramatismo. “Con felicidad”, repiten, porque Fran ha vivido como quiso, rodeado de amor y haciendo feliz a los demás.
Y así, tal como vivió, se fue, haciendo sonreír a todo un pueblo, dejando huella y recordándonos que a veces los héroes no llevan capa... salvo cuando son de confeti.