Carlos Pazos, el enfermero sevillano que recorrerá el Camino de Santiago nadando para dar visibilidad a las enfermedades infantiles desconocidas
Carlos Pazos recorrerá 60 kilómetros en seis etapas a nado y a pie junto al Club de Natación Sevilla, en una iniciativa solidaria destinada a la Asociación “Por la Sonrisa de un Niño”
La campaña busca visibilizar enfermedades poco conocidas en la infancia y ya ha recaudado más de 2.000 euros, superando la meta inicial
Carlos Pazos es enfermero de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Él, que acostumbra a enfrentarse a incontables retos cada vez que comienza su jornada laboral, reconoce que está a punto de enfrentarse a uno de los más emocionantes de su carrera, recorrer el Camino de Santiago a nado.
Su iniciativa forma parte de un proyecto promovido por la Asociación “Por la Sonrisa de un Niño”, que colabora estrechamente con el centro hospitalario en distintos proyectos de bienestar para pacientes y lo que pretende en esta ocasión es recaudar fondos destinados a la investigación de enfermedades poco visibles y conocidas que afectan a la infancia
Un largo y complicado recorrido
El recorrido total será de aproximadamente 60 kilómetros, repartidos en seis etapas en aguas abiertas, y contará con la participación de 13 nadadores del Club de Natación Sevilla. Diez de ellos completarán el trayecto en el agua, mientras que los tres restantes los acompañarán a bordo de una zodiac para brindar apoyo y seguridad durante todo el itinerario. La última etapa, entre Padrón y Santiago de Compostela, se realizará a pie, porque no existe conexión marítima para completar el tramo final.
“El reto surge hace un año, y yo llevo tres años nadando de manera más profesional, así que me apetecía hacer algo diferente y útil al mismo tiempo”, explica Carlos. “Lo más duro va a ser la temperatura del agua, que se espera entre 14 y 16 grados. Para que te hagas una idea, en competiciones oficiales, cuando el agua está por debajo de los 16 grados, se suspende”, añade.
Cada etapa de natación se prolongará durante unas tres horas, dependiendo de las corrientes y las condiciones del mar, lo que convierte el desafío en uno de los más exigentes de su carrera. “Es la distancia más larga que he hecho hasta ahora, y será todo un reto físico y emocional”, asegura.
¿Cómo colaborar con la causa?
La motivación de Carlos para enfrentarse a las brazadas más complicadas que recuerda va más allá de lo físico. “Pensaremos en los niños cuando nos flaqueen las fuerzas”, asegura. “Estamos muy ilusionados, porque sin haber empezado aún hemos recaudado ya 2.000 euros, cuando nuestra meta inicial era de 1.200”, señala.
Todo el que quiera colaborar podrá encontrar todo lo necesario en el perfil de redes sociales que se han abierto para ir informando puntualmente de esta hazaña. “Nadando a Santiago 2025” ofrece la posibilidad de aportar cantidades económicas casi simbólicas por cada kilómetro recorrido.
La Asociación “Por la Sonrisa de un Niño” ya había trabajado anteriormente en varios proyectos solidarios en colaboración con el Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Entre ellos, destaca la donación de radios portátiles para combatir la soledad de pacientes hospitalizados, especialmente aquellos en aislamiento, con estancias prolongadas o en riesgo de exclusión social. Estas iniciativas buscan mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de los menores y sus familias, ofreciendo compañía y apoyo en momentos difíciles.
El reto más importante en la vida del enfermero
Carlos reconoce que su participación en este proyecto “es un reto que va más allá de lo deportivo. Tiene un valor humano y espiritual increíble. Contamos con tres compañeros que nos acompañarán en la zodiac para asegurar nuestra seguridad y apoyarnos en todo momento”.
Con todo ello, lo que queda demostrado es que el objetivo de la campaña es doble, no solo completar el Camino de Santiago a nado y a pie, sino también visibilizar enfermedades infantiles poco conocida. “Con cada brazada y cada kilómetro que recorremos, queremos aportar nuestro granito de arena para que la investigación avance y estos niños tengan más oportunidades”, concluye Carlos.
La idea de Carlos Pazos y sus compañeros ya ha movilizado a numerosas personas. La recaudación de fondos permitirá a la Asociación “Por la Sonrisa de un Niño” continuar con su labor de apoyo los pacientes más pequeños y a sus familias