Navidad

Llega la Navidad a Córdoba en pleno otoño: Rute celebra un cuarto de siglo de su Belén de Chocolate con escenas inéditas

Belén de Chocolate de Rute, Córdoba, 2025. Redacción Andalucía
  • El Belén de Chocolate de Rute celebra 25 años combinando tradición, creatividad y 1.800 kilos de chocolate en un recorrido que repasa su evolución y sorprende con escenas inéditas

  • Siete artesanos trabajan desde primavera en un escenario de 60 metros cuadrados que incluye chocolate negro, con leche, blanco y coloreado y que podrá visitarse a partir del 10 de octubre

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CórdobaRute, el pequeño municipio de Córdoba conocido por su tradición chocolatera, vuelve a convertirse en un destino imprescindible para los amantes de la Navidad, porque abre de nuevo sus puertas un prodigio dulce, el Belén de Chocolate más grande del mundo. Elaborado con mimo y paciencia por Galleros Artesanos, este año es aún más especial porque celebra sus 25 años de vida. Un cuarto de siglo en el que cada detalle, cada figura y cada monumento ha narrado una historia de arte y sabor.

A partir del viernes 10 de octubre, los visitantes podrán recorrer 60 metros cuadrados de fantasía comestible, donde se despliegan 1.800 kilos de chocolate en todas sus formas: negro, con leche, blanco y coloreado. En esta ocasión, el Belén de Rute no solo recrea escenas navideñas tradicionales y oficios antiguos, sino que también rinde homenaje a su propia historia.

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De esta forma, en una sola visita, se podrá hacer un recorrido por toda su historia. Desde sus primeras versiones, elaboradas únicamente con chocolate negro, hasta la incorporación de figuras coloristas, recordando monumentos, ciudades andaluzas, las siete maravillas del mundo, y culturas de diferentes rincones del planeta. Todo lo que ha ido formando este universo dulce, que este año se muestra en una retrospectiva de sus 25 años.

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Meses de duro y minucioso trabajo

Jorge Garrido, maestro chocolatero y responsable del belén, explica cómo la preparación es un trabajo que comienza en primavera, entre bocetos y maquetas, y se intensifica en verano, cuando la elaboración toma todo su ritmo. “En el semisótano donde trabajamos, mantenemos la temperatura entre 18 y 20 grados, porque en el sur de Córdoba en esa fecha el calor puede arruinar el chocolate”, detalla.

Siete artesanos dedican sus manos a diferentes tareas: "unos modelan los edificios, otros las figuras humanas o animales, y otros cuidan los elementos decorativos que completan la escena", explica. Cada gesto, cada pincelada de chocolate, tiene el propósito de recrear un mundo en miniatura que despierte la imaginación, el asombro y, ¿por qué no?, el apetito.

La subida de precios y el sobreesfuerzo de los chocolateros

Rute no es solo un destino gastronómico reconocido, sino también un referente cultural gracias a esta obra efímera que atrae a turistas y visitantes de todos los rincones. Este año, sin embargo, la elaboración ha requerido un esfuerzo extra, ya que el aumento del precio del chocolate ha sido un desafío que ha complicado y mucho la elaboración: "no puedo dar cifras, pero se pueden hacer una idea", lamenta Garrido.

A pesar de las dificultades, el belén de Rute, un año más, no llega solo. Junto a él, "La Aldea del Dulce" ofrece otra exhibición apetecible y sorprendente, una ciudad construida con merengue y galleta. Además, el Museo del Hielo y los seis pasos de Semana Santa realizados en chocolate amplían la experiencia, convirtiendo la visita en un recorrido sensorial por la historia, la tradición y la creatividad.

25 años de historia

Con 25 años de historia, el Belén de Rute se ha convertido en un testimonio del talento artesanal y de la pasión por el detalle. Cada año, los artesanos que lo crean aportan no solo su destreza, sino también su paciencia y su amor por el chocolate. El resultado es un escenario que no solo se contempla, sino que se saborea con la vista y la imaginación, un homenaje a la tradición y a la innovación que convierte a Rute en un epicentro del arte efímero y comestible.

Escenas inéditas, homenaje a los belenes anteriores y un recorrido que rememora la trayectoria de un proyecto que ha sabido adaptarse y crecer sin perder ni un milímetro de su esencia.