"Más fuerte que el vinagre": el legado solidario de Alba, la joven que luchó contra la leucemia, sigue vivo en Jerez

Albara Barrera, la jerezana fallecida a causa de una leucemia. Redes Sociales
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Cádiz"Aquí estoy luchando contra la muerte para poder disfrutar toda una vida de mi niño", escribía Alba Barrera hace justo un año en sus redes sociales. No pudo ser. O quizás sí, porque la jerezana exprimió al máximo cada soplo de vida que la enfermedad le permitió, aunque fuera por poco tiempo. El caso es que, un mes después de su muerte, el legado de esta joven "más fuerte que el vinagre" sigue vivo entre los suyos.

La joven madre de Jerez de la Frontera, en Cádiz, falleció el pasado octubre tras una dura batalla contra la leucemia, pero quienes la conocieron aseguran que Alba no se ha ido del todo. Su sonrisa, su manera de aferrarse a la vida y sus ganas de vivir siguen presentes. Ahora, también su forma de ayudar a los demás.

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El próximo 10 de noviembre, la ciudad volverá a reunirse para recordarla. Será en el colegio La Salle Sagrado Corazón, en la zona de Mundo Nuevo, donde a las 17:00 horas se celebrará una eucaristía en su memoria. Pero no será una ceremonia más. Porque, una hora después, en ese mismo lugar, se abrirán las puertas para algo que define mejor que nada quién era Alba, una campaña de donación de sangre en su nombre.

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Lo ha organizado su familia, encabezada por su hermana Sara, que fue su sostén durante toda la enfermedad. "Nunca me cansé de luchar por ti. Pero ahora, con la fuerza que me dejaste, no me cansaré de luchar por todas aquellas personas que lo necesitan", ha publicado. Y esa fuerza tiene ahora una forma clara de traducirse, las ganas de ayudar a salvar otras vidas.

Meses de lucha alejada de los suyos

Alba sabía lo que significaba depender de la generosidad ajena. Pasó meses aislada en la sexta planta del Hospital de Jerez, recibiendo quimioterapia, radioterapia, y también transfusiones. Y el 23 de septiembre de 2024 vivió lo que ella misma llamó "su segundo nacimiento". Aquel día recibió un trasplante de médula de un donante anónimo que le regaló doce meses más de vida. Un año que aprovechó como solo lo hacía ella, sin rendirse, con su hijo en brazos, aferrada a la esperanza. Ese gesto, el de alguien que un día decidió donar, permitió que Alba soplara 30 velas. Ahora, su familia quiere que esa rueda siga girando.

"Necesito vuestra ayuda", pide Sara. "Compartid este bonito acto benéfico que queremos hacerle a mi hermana. Para recordarla. Pero sobre todo para ayudar a quienes aún siguen entre nosotros". La donación se realizará de 18:00 a 22:00 horas en el salón del mismo colegio. Habrá aparcamiento disponible en el campo de fútbol del centro, con acceso por la calle Hermano Tomás Bengoa. El mensaje que acompañará la jornada lo resume todo en cuatro palabras, "donar es regalar vida".

Una enfermedad compartida a través de las redes sociales

Quienes la siguieron en redes sociales recuerdan bien el modo en que Alba hablaba del tiempo. Ella restaba días del calendario, no para rendirse, sino para llegar a casa, para abrazar a su hijo y para seguir siendo feliz. "Solo quiero volver a casa y estar con mi niño y el calor de mi gente, de mi familia y amigos, de los que me quieren de corazón", llegó a confesar en uno de los momentos de mayor debilidad.

Ahora su ausencia duele, y las redes, sobretodo las de sus familiares, se han llenado de mensajes que hablan de vacío, de orgullo y de amor. "Sé que estás muy orgullosa", le escribió su hermana hace unos días. "Te echo tanto tantísimo de menos, cuídanos siempre, que nosotros nunca te vamos a dejar sola”. Y quizás esa sea la clave, que la lucha de Alba no fue solo suya. Fue compartida. Y ahora su gente ha decidido que su memoria no se quede en silencio, sino en un movimiento que siga marchando para ayudar a los demás.

Porque incluso después de irse, Alba lo vuelve a demostrar. Era, y sigue siendo, más fuerte que el vinagre de Jerez.