Un nieto rescata los recuerdos de su abuelo de 90 años animando con inteligencia artificial sus fotos de juventud: "Han cobrado vida"
Luis, un joven cordobés de 27 años, ha animado con inteligencia artificial las fotos de juventud de su abuelo para regalarle un homenaje único en su 90 cumpleaños
Las imágenes, tomadas desde los años 40 hasta los 60, cobran movimiento por primera vez y permiten a Juan Manuel reencontrarse con escenas de su vida
CórdobaUn día de 1944, Juan Manuel Fernández posaba junto a su madre y a sus hermanos frente a una cámara de fotos que captaba, en blanco y negro, una escena cotidiana de su infancia en Baena (Córdoba). Aquella imagen, que durante décadas ha permanecido inmóvil en un álbum familiar, ha cobrado vida este noviembre de 2025, cuando su nieto Luis decidió animarla con Inteligencia Artificial para regalársela en su 90 cumpleaños. Rostros infantiles que parpadean, respiran y se mueven con una naturalidad inesperada, como si el tiempo hubiese retrocedido y le permitiera reencontrarse, por unos instantes, con quienes ya no están. El mejor de los regalos.
Luis Fernández, cordobés de 27 años y profesional de la publicidad y las redes sociales, cuenta que la idea surgió mientras preparaban el típico vídeo de felicitación. "Mi tía Lola me mandó unas 300 fotos que llevaba meses recopilando. Al empezar a editarlas pensé en animar algunas, sobre todo las más antiguas" explica. "Sabía que a mi abuelo le gustaría volver a ver en movimiento a su familia", y no se equivocaba.
Juan Manuel nació el 20 de noviembre de 1935. Creció en Baena y más tarde formó una familia en Córdoba junto a Lola, su mujer. Fue abogado y agricultor, una combinación que describe bien su carácter activo. A día de hoy sigue yendo al campo cada mañana, mantiene una rutina de trabajo ligera pero constante y acaba de renovar el carnet de conducir. Es padre de cinco hijos (el padre de Luis y cuatro tías), abuelo de once nietos y bisabuelo de un recién nacido que lleva su mismo nombre, Juan Manuel, continuando un legado familiar que abarca ya cuatro generaciones.
Una vida retratada en blanco y negro
Entre las fotos que Luis recibió había imágenes de todas las etapas de la vida del homenajeado. Retratos de la infancia en los años cuarenta, momentos de juventud montando a caballo o en moto, escenas familiares y la boda celebrada con Lola en 1965. También hay una fotografía donde aparecen sus cinco hijos cuando aún eran pequeños: su padre, su tía Lola, su tía Nuria y las mellizas Maca y Marina en brazos de los abuelos. Todas esas escenas, congeladas durante décadas, pasaron a formar parte de un único montaje audiovisual.
"El día que vio el vídeo alucinó", cuenta Luis. La familia se había reunido al completo para la celebración del 90 cumpleaños, y nadie conocía el detalle de las animaciones. "Decía que era ciencia ficción", asegura el nieto. Porque Juan Manuel se emocionó especialmente al reconocerse en aquellas imágenes tempranas de su vida, ahora convertidas en pequeños movimientos que parecían sacados de películas caseras.
La Inteligencia Artificial como regalo de cumpleaños
Luis quiso aprovechar una herramienta que conoce bien para dar un valor añadido a un homenaje familiar. La IA no sustituía las fotos originales, sino que las reinterpretaba brevemente para generar una sensación distinta en su abuelo y en todos los que le acompañaban en la proyección.
El resultado final fue un montaje de varios minutos que recorría su vida desde la infancia hasta la actualidad. "Cumplo 90 años y sigo como un chaval", comienza el montaje de Luis que llevó a su abuelo a hacer piruetas en medio de una carretera. Unas imágenes que se convirtieron en un regalo para toda la familia, y no solo para ese abuelo que presumía orgulloso del legado creado desde el año 1935.
"Era un homenaje a su vida y a todo lo que ha construido”, dice Luis, que ha conseguido que su video esté dando la vuelta al mundo para demostrar que, a veces, el problema o la virtud no está en una herramienta, sino en cómo se utiliza. Durante unos segundos, el abuelo Juan Manuel ha vuelto a ver moverse a su madre, a sus hermanos, e incluso a aquel joven que fue antes de formar una familia.