El legionario herido en la base de Viator al manipular explosivos en un ejercicio pierde una mano

Base militar de Viator
El militar de 20 años evoluciona favorablemente en el Hospital Universitario de Torrecárdenas. Europa Press
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El legionario de 20 años que resultó herido este jueves tras sufrir una deflagración en la base militar Álvarez de Sotomayor de Viator (Almería), ha acabo perdiendo una mano. El joven se encontraba manejando explosivos durante un ejercicio con fuego real, según han informado a EFE fuentes militares y próximas al caso.

Según la agencia, el militar perteneciente a la VII Bandera Valenzuela de la Legión, evoluciona favorablemente en el Hospital Universitario Torrecárdenas de la capital almeriense, donde permanece ingresado tras ser intervenido de urgencia. Pese a la gravedad de las lesiones, que han conllevado la amputación traumática de la extremidad afectada, su vida no corre peligro y se encuentra estable.

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Por su parte, fuentes del Ejército de Tierra han confirmado que el accidente se produjo en la tarde del jueves en el transcurso de unas maniobras programadas con fuego real, momento en el que el soldado se encontraba manipulando material explosivo cuando sobrevino al detonación.

La ministra de Defensa visitó al soldado herido el pasado 31 de octubre

Este mismo jueves, la ministra de Defensa, Margarita Robles, visitó la base para interesarse por la situación de la unidad tras el siniestro mortal del pasado 31 de octubre, en el que falleció el soldado Daniel Ruiz Mateo y resultó herido su compañero Alejandro Carvajal.

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Precisamente, testigos presenciales han señalado que la ministra aprovechó su estancia ayer en Almería para acudir al centro hospitalario y visitar a este último, quien permanece ingresado recuperándose de las heridas sufridas hace casi un mes y que ahora coincide en el hospital con el nuevo herido de su misma unidad.

Tras conocerse el alcance del siniestro, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha exigido al Gobierno que reconozca la labor militar como "profesión de riesgo". El colectivo ha denunciado el "riesgo inherente y constante" del manejo de explosivos y ha calificado la situación de "inaceptable abandono" por parte de la Administración hacia quienes sufren secuelas permanentes en acto de servicio.