Piden 47 años de cárcel para los jefes de una residencia catalana con ancianos desnutridos
La Fiscalía solicita 47 años de prisión para tres responsables de la residencia Sanlisart en Barcelona
Una veintena de personas del geriátrico estaban famélicos, entre "extrema precariedad y suciedad"
Esa desatención "intolerable" provocó casos graves de desnutrición, como el de una mujer que pesaba sólo 33 kilos
BarcelonaLa Audiencia de Barcelona juzga a partir del martes 2 de marzo a tres jefes de la residencia Sanlisart, para quienes la Fiscalía pide hasta 47 años de cárcel por desatender de forma "intolerable" a una veintena de ancianos, que sufrían desnutrición por falta de comida.
Se sentarán en el banquillo la administradora única de Llar Residencial per 3ª edat Galaxis SL, su marido, que era director y responsable higiénico-sanitario del geriátrico, y la supervisora del funcionamiento del centro.
Según la Fiscalía de área de Sabadell, el director y la supervisora, con el conocimiento y la anuencia de la administradora, incurrieron en una "dejación de sus funciones" al tener entre 2015 y 2016 a la veintena de residentes en un estado de "extrema precariedad y suciedad".
El ministerio público considera que los acusados atentaron contra la dignidad de esas personas, con un "menosprecio absoluto" a su edad y patologías, ya que no se ocupaban de su higiene ni de proporcionarles aseo.
Uno de los ancianos era atado con dos sábanas en la cama, que le presionaban el pecho y le hacían un nudo en la espalda, pese a que no había ninguna prescripción facultativa para aplicarle una contención mecánica.
Los acusados actuaron, según el fiscal, omitiendo la "diligencia mínimamente exigible" a quienes tienen a su cargo a personas "extraordinariamente vulnerables" y prevaliéndose del estado de "indefensión" de los ancianos.
Una anciana pesaba 33,6 kilos
Además, para ahorrar costes, les daban menos comida de la necesaria, ya que repartían 18 menús entre 24 residentes, lo que provocó casos de desnutrición grave, como el de una anciana que medía 1,55 metros y que llegó a pesar tan solo 33,6 kilos.
La Generalitat, tras abrir varios expedientes sancionadores a la empresa, acordó en febrero de 2017 revocarle la acreditación como entidad colaboradora del programa residencial para ancianos, por lo que 21 fueron trasladados a una residencia de Sabadell, que tras revisar su estado constató que varios de ellos presentaban déficit y trastornos "severos".
La nueva residencia tuvo que administrar a todos ellos un suplemento proteico durante quince días y regular las dosis de insulina que correspondía a los que eran diabéticos, ya que no tenían un control individual.
Heces en las uñas, famélicos y deshidratación
De todos esas personas mayores, la gran mayoría presentaban mala higiene corporal, deshidratación en piel y mucosas, el cabello y la boca sucios, mal olor, uñas largas y sucias, algunas con heces. Estaban famélicos.
Se sorprendían cuando los nuevos auxiliares les preguntaban si querían repetir plato. En el juicio también está acusada una cuarta persona, el administrador de una empresa de catering, para quien la Fiscalía pide cinco años de cárcel por estafa en concurso con falsedad documental.
Le atribuye que falseó datos sobre menús que daban a los ancianos (menos de los que realmente ofrecían) y así quedarse parte del dinero que subvencionaba la Generalitat de Cataluña para su alimentación.
En total, el ministerio público solicita 47 años de prisión para la administradora única (cinco por la estafa de los menús y 42 por delitos contra la integridad moral y abandono de los ancianos).
Mientras que para el director y la supervisora reclama 42 años para cada uno. Además de que los acusados indemnicen con 30.000 euros a cada uno de los 21 residentes afectados.
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