Médicos y forenses desmontan los argumentos de la familia de la joven cuya eutanasia fue paralizada por su padre en Barcelona
Noelia, joven de 24 años con paraplejia, ha subrayado en el juicio sobre su caso que quiere seguir adelante y recibir una muerte digna
Siete especialistas, médicos y forenses, que han declarado como testigos en el juicio, apuntan que tiene capacidad para decidir sobre su propia vida
Una eutanasia paralizada: las claves del primer juicio de España por una muerte digna
En el primer juicio que ha tenido lugar en España por el derecho a la muerte digna, Noelia, joven de 24 años con paraplejia cuya eutanasia fue suspendida ‘in extremis’ en Barcelona el pasado mes de agosto a petición de su padre, recalcaba ante la jueza su deseo de que todo termine. “Quiero acabar dignamente de una vez”, expresó, insistiendo en recibir una eutanasia ante la que su familia se opone.
El juicio, que este martes contaba con la propia declaración de la joven ratificando su deseo de recibir una muerte digna, enfrenta a su familia, –que recurrió al colectivo ultracatólico Abogados Cristianos para ser representada–, y a la Generalitat, después de que su Comisión de Garantía y Evaluación, en julio de 2024, diese autorización a su eutanasia por unanimidad de sus 19 miembros.
Desde entonces, el padre de la veinteañera impulso un recurso, con él y los servicios jurídicos de Abogados Cristianos considerando en su demanda que se ha producido una vulneración de derecho fundamental a la vida y que la Generalitat incumple los requisitos que fija la ley de eutanasia, la cual entró en vigor en junio de 2021.
En ese recurso, el padre apunta hacia los diversos intentos de suicidio de Noelia, refiriéndose además a sus problemas de salud mental: un trastorno límite de la personalidad y un trastorno obsesivo-compulsivo con ideas suicidas.
Noelia y su deseo de recibir la eutanasia y una muerte digna
Noelia solicitó la muerte asistida tras un intento de autolisis en octubre de 2022. La joven trató de quitarse la vida arrojándose desde un quinto piso, lo que le causó una lesión medular que sufre ahora con una paraplejia completa que le impide mover sus piernas y le provoca un dolor intenso.
Dos años después de aquello solicitó la eutanasia, siendo en verano cuando la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña (CGAC) avalaba su deseo de una muerte digna.
Los expertos concluyeron que disponía de “plena capacidad de hecho” y era consciente de su decisión, manifestando “razonablemente su voluntad”, tal como recoge El País citando algunas de las conclusiones de ese informe, que daba luz verde a la eutanasia apuntando además hacia una “situación clínica no recuperable” que genera en la joven una “dependencia grave”, así como “dolor y padecimiento crónico e imposibilitante”.
Frente a ello, no obstante, el padre de la joven impulsó el recurso defendiendo la vulneración del derecho fundamental a la vida, añadiendo además sus abogados en la demanda que los informes del centro donde fue tratada de la lesión medular mostraron una mejoría en su estado de salud.
Además, defendiendo su posición, la defensa de la familia alegaba que Noelia, poco antes de la fecha fijada para la eutanasia, el 2 de agosto, expresó dudas respecto a ello en una nota manuscrita. Sin embargo, ella dijo que no era consciente de haberla escrito y que no tenía intención de echarse atrás, como ha ratificado ahora en el juicio.
Con todo, el supuesto redactado de esa nota, que llevó incluso a unas amigas a presentar una denuncia en el juzgado, añadió todavía más peso al caso, si bien el juez archivó sus diligencias al considerar que no tenía alteradas sus capacidades.
Médicos y forenses defienden que Noelia tiene capacidad para decidir sobre su propia vida
Respecto a todo ello, precisamente la opinión de los siete especialistas, médicos y forenses, que también declararon ayer en el juicio, puede resultar fundamental. Todos ellos, según informa El País, han coincidido en una línea: la joven posee las “competencias conservadas” y no padece alteración mental alguna que merme su capacidad para decidir sobre su propia vida.
De este modo, desmontan parte de los argumentos esgrimidos por la defensa de la familia en su oposición a la eutanasia, sustentando así la decisión adoptada por la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña.
Entre tanto, la joven, que insiste en seguir adelante, sigue esperando al desarrollo de un proceso judicial que aún no conoce el pronunciamiento de la Fiscalía sobre la autorización de su muerte asistida.
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