Un hospital catalán permite a pacientes en final de vida recibir visitas de sus perros: "Mejora el estado de ánimo"
El proyecto 'Hospigos' permite visitas caninas a pacientes en situación de fin de vida o pronóstico incierto en el Hospital Santa Caterina
Rafael, ingresado desde hace más de tres meses, ha podido volver a abrazar a su perra Perla. "Significa mucho para mí"
GironaLa perra de un paciente se ha convertido en el símbolo de 'Hospigos', un proyecto que permite a los hospitalizados en situación de fin de vida o con pronóstico incierto reencontrarse con sus animales en el interior del Hospital Santa Caterina de Salt (Girona).
"La presencia de los animales de compañía puede transformar el estado emocional de los pacientes. Una simple visita puede reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo e incluso favorecer la recuperación", explican Teresa Lapiedra y Roser Grau, enfermera y oncopsicóloga del centro hospitalario catalán.
Con un protocolo riguroso, HospiGos reconoce el valor terapéutico de las mascotas en el bienestar emocional del paciente. "El objetivo de esta colaboración es acompañar el proceso clínico con una atención más humana y centrada en las necesidades emocionales del paciente, reconociendo el papel terapéutico y afectivo que desempeñan los animales de compañía en su vida", explica el Colegio de Veterinarios de Girona sobre una iniciativa promovida por el Instituto de Asistencia Sanitaria.
Pasar este rato con ella ha significado mucho para mí
El proyecto nació durante la pandemia y se inspiró en el caso de un paciente que echaba de menos a su perra Estrella durante su ingreso. Una situación que llevó a una enfermera a imprimirle una foto del animal para que la tuviera a su lado: "Estrella se ha convertido en el símbolo del proyecto, ilustrando el pasaporte oficial que permite el acceso de los perros al hospital".
Gracias a Hospigos, Rafael, ingresado desde hace más de tres meses en el Hospital Santa Caterina con pronóstico incierto, ha podido volver a abrazar a su perra Perla. "Estoy muy agradecido al personal sanitario y de poder ver a mi perra. La echaba mucho de menos y pasar este rato con ella ha significado mucho para mí", explica emocionado el primer paciente del proyecto.
Protocolo "estricto"
La iniciativa contempla un "estricto protocolo" que vela por la seguridad de pacientes, profesionales y animales. El equipo médico del IAS valora cada caso individualmente y, si se cumplen todos los requisitos, se realiza un Pasaporte HOSPIGOS que permite el acceso del perro al hospital.
El acompañante del animal designado por el paciente debe firmar un compromiso de buenas prácticas. Además, el Colegio de Veterinarios de Girona se encarga de asignar profesionales colegiados que certifiquen los requisitos higiénicos y sanitarios (legislación, estado de vacunación, desparasitación, revisión general del estado sanitario e higiene) y que se haga bien.
Los servicios veterinarios son voluntarios y no remunerados, aunque los costes del material correrán a cargo del paciente o del acompañante. Por su parte, Purina ha contribuido al proyecto mediante la creación de tarjetas identificativas para el perro y la persona encargada de llevarlo al hospital, que será entregado a las familias junto al pasaporte canino, quien deberá registrar el visto bueno del equipo que atiende a la persona ingresada, de los responsables del grupo de trabajo de HospiGos y del veterinario.
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