Omar, uno de los dos agricultores muertos en el incendio de Lleida, se despidió de su hija por teléfono: "Le dijo que no podía más"

Omar, uno de los dos agricultores muertos en el incendio de Lleida, se despidió de su hija por teléfono: "Le dijo que no podía más"
Los familiares de los dos agricultores fallecidos se han concentrado con mucho dolor en LleidaInformativos Telecinco
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Nunca se había formado una nube así en Cataluña. El incendio registrado este martes en Torrefeta i Florejacs, en la comarca de la Segarra (Lleida), presentó la señal de los peores incendios, los llamados de sexta generación. El fuego provocó una enorme columna y descargas eléctricas que causaban nuevos focos, aunque ahora ha sido estabilizado. En el incendio, que avanzó rápidamente y puso en alerta a otras muchas localidades, ha habido dos muertos, dos bomberos heridos y momentos de mucha angustia.

Jordi, el propietario de una granja, y Omar, uno de sus trabajadores, trataron de huir de la zona en coche, pero fueron alcanzados por el fuego y acabaron falleciendo. Cuando llegaron los bomberos ya era demasiado tarde.

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Hallaron sus cuerpos en el núcleo de Coscó y se confirmó que se vieron atrapados por el incendio de Torrefeta i Florejacs. "Mi primo llamó a su hija despidiéndose, le dijo que no podía más", ha indicado Camilo López, familiar de Omar, sobre los duros momentos que atravesaron antes de perder la vida.

El gran incendio en Lleida
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Momentos de pánico en una residencia de Cabanabona

En una residencia se rozó la tragedia, pero el fuego no avanzó hasta allí. Según informa Carlota Camborra, la Residència Cal Tomeu, ubicada en el municipio de Cabanabona, vivió momentos de pánico. Unos 50 ancianos se encontraban en el interior cuando vieron las primeras llamas en la noche del martes. Luego, todo se llenó de humo. Las llamas se quedaron a escasos metros de la residencia. Los profesionales actuaron de inmediato; repartieron mascarillas y esperaron a los bomberos. Junto a algunos internos se encontraban familiares. Pero por suerte no hay que lamentar daños ni materiales ni personales en este punto.

El incendio alcanzó los "28 kilómetros por hora"

El fuerte viento, las temperaturas extremas y la virulencia de las llamas dificultaron los trabajos de extinción: "Son incendios que, en este caso, alcanzan los 28 kilómetros por hora. Esto es muy rápido", explicó Albert Castellet, jefe de la intervención. No obstante, la mejora de las condiciones durante la noche y el intenso trabajo de los bomberos ha permitido que el incendio se de por estabilizado.

Las llamas han afectado a más de 5.000 hectáreas

Las llamas han afectado a más de 5.000 hectáreas, sobre todo de pasto y de cereal. "Hubo campos que se quemaron enteros", cuentan los vecinos. La columna de humo alcanzó tal densidad que varias localidades cercanas tuvieron que ser confinadas durante horas.