La Guardia Urbana de Badalona desaloja a los migrantes expulsados del antiguo instituto B9 ante la amenaza de su derribo
Quince patrullas de la Guardia Urbana de Badalona han presionado a los migrantes para que levantaran la acampada cerda del instituto desalojado
Medio centenar de desalojados pasan la noche al raso en Badalona: tiendas de campaña y hogueras delante del edificio
Badalona ha vivido hoy una jornada marcada por la tensión por el amplio despliegue policial tras el desalojo de cientos de migrantes que residían en el antiguo instituto B9 y la posterior retirada de las tiendas de campaña que habían instalado en una plaza contigua. La intervención, que se ha desarrollado desde primera hora de la mañana, ha contado con la mediación de organizaciones sociales que han convencido a los desalojados para que abandonen el lugar.
El operativo se ha puesto en marcha después de que el Ayuntamiento de Badalona reiterara su intención de derribar el edificio ocupado, una antigua instalación educativa que albergaba a unas 400 personas. Aunque el consistorio había solicitado que el derribo se ejecutara hoy mismo, todavía no se ha concretado cuándo podrá iniciarse el procedimiento, lo que ha añadido más incertidumbre a la situación.
Despliegue policial y retirada de las tiendas
A primera hora de la mañana, quince patrullas de la Guardia Urbana de Badalona y más de una decena de furgones policiales han accedido a la plaza situada frente al B9, donde alrededor de un centenar de migrantes llevaban dos noches acampados. El objetivo del operativo era que los acampados apagaran las hogueras, desmontaran las tiendas de campaña y permitieran el acceso de los servicios de limpieza municipales.
En un primer momento, los migrantes han accedido a retirar parte del campamento para facilitar la entrada de los vehículos de limpieza. Sin embargo, a medida que avanzaba la intervención, el ambiente se ha ido caldeando y la tensión ha aumentado entre los agentes y las personas desalojadas.
Testigos presenciales han descrito momentos de crispación y discusiones subidas de tono, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre dónde podrán pasar la noche quienes han sido expulsados del edificio y ahora también de la plaza. La presencia policial, lejos de disminuir, se ha mantenido constante durante toda la mañana ante la posibilidad de nuevos incidentes.
Mediación de entidades sociales
La intervención de varias entidades sociales ha sido clave para evitar que la situación derivara en enfrentamientos más graves. Organizaciones como el Sindicat d’Habitatge Socialista de Catalunya y Badalona Acull han actuado como mediadoras entre los migrantes y los cuerpos policiales, intentando evitar identificaciones y conteniendo los momentos de mayor tensión.
“Lo que hemos hecho ha sido mediar con los Mossos d’Esquadra y con la Guardia Urbana para intentar evitar identificaciones”, explicaban representantes de estas entidades. Su presencia ha contribuido a rebajar el clima de confrontación y a facilitar que los migrantes recogieran sus pertenencias sin que se produjeran incidentes mayores.