Un padre reclama enterrar en Lloret a su hija, mientras la madre espera juicio en Zaragoza por la muerte de la niña

  • Laia murió con dos años supuestamente por un centenar de contusiones provocadas por su madre en Zaragoza

  • La madre cumple prisión provisional en Zaragoza y ha pedido el traslado a una cárcel de Mallorca

  • Al no tener dinero para el entierro y la conservación del nicho, los restos de Laia podrían terminar en una fosa común

A Manuel le arrebataron a su hija pequeña de tan solo dos años en enero del año pasado. La última vez que la vio con vida fue en julio de 2020. Laia murió asesinada. Su cuerpo presentaba un centenar de contusiones. Su madre y su padrastro fueron detenidos como presuntos autores de los golpes y maltratos que causaron su muerte. Desde entonces el cuerpo de la menor permanece en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón. Un año y tres meses después, Manuel no ha podido enterrarla y ni siquiera sabe si podrá hacerlo.

La madre biológica, que está en prisión provisional en la cárcel de Zuera (Zaragoza), pide darle sepultura en la capital aragonesa, aunque ella haya solicitado el traslado a una prisión de Palma de Mallorca. El padre lucha por enterrar a Laia en Lloret de Mar, donde vivía la pequeña con toda su familia. El juez ha dictaminado que el entierro sea en Zaragoza pero la madre ha alegado que no tiene dinero ni para hacer frente a los gastos del sepelio ni para mantener el nicho. Ante esta situación, los restos de la pequeña Laia podrían terminar en una fosa común.

Denuncias por malos tratos a los menores

Manuel reside en Lloret de Mar (Girona), junto a su otro hijo de 4 años. "Esta era la casa de Laia antes de que su madre y su padrastro se la llevaran a Zaragoza sin informar a nadie e incumpliendo el régimen de estancias establecido judicialmente", explica a NIUS.

Para el padre biológico de Laia, el asesinato de su hija se podría haber evitado, ya que él había denunciado previamente los malos tratos continuados que sufrían sus dos hijos cada vez que visitaban a su madre. Asegura que la denuncia que interpuso a los Mossos d'Esquadra y la querella criminal que presentó en el juzgado número 2 de Blanes no sirvieron para nada.

Se permitió que durante seis meses mis hijos fueran torturados diariamente provocando el asesinato de mi pequeña

"En julio de 2020 su madre y su pareja secuestraron a mis hijos durante un permiso de fin de semana. Denuncié este secuestro en la comisaría de los Mossos d’Esquadra, y a la hora de poner la denuncia el agente que la tramitó me dijo que 'con quien mejor que con su madre van a estar tus hijos'. Los Servicios de Atención a la Infancia de la Generalitat elaboraron unos informes sobre los malos tratos que sufrían mis hijos cada vez que pasaban permisos con su madre y aun así la jueza autorizó esos permisos", lamenta.

Tras seis meses de "torturas diarias", Laia murió de forma "lenta y agónica" por los golpes que recibió. Tanto su madre como su padrastro declararon que se había caído por las escaleras y la metieron en la bañera para despertarla, sin embargo, el juez decretó la prisión provisional para la madre. "Se permitió que durante seis meses mis hijos fueran torturados diariamente provocando el asesinato de mi pequeña, causándonos unas secuelas a mi hijo y a mi, a parte de mi familia, que los llevaremos marcados a fuego por toda la vida", reclama Manuel.

El cadáver de la pequeña continúa en la cámara frigorífica

Han pasado ya un año y tres meses de la muerte de Laia y Manuel todavía no ha podido enterrarla. El cadáver de la pequeña continúa en la cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón.

Desde un primer momento, el padre biológico solicitó al Juzgado trasladar el cuerpo a Lloret de Mar para darle sepultura. Sin embargo, la madre y presunta autora del asesinato pidió que el entierro fuera en la capital aragonesa. Como el caso estaba en fase de instrucción, la Audiencia Provincial de Zaragoza se pronunció en favor de que la sepultura fuera en Zaragoza, justificando que "lo más adecuado, en este momento procesal, es que el cadáver se encuentre en el mismo término municipal que el Juzgado que está conociendo de los hechos".

Actualmente, parece que la instrucción puede darse por finalizada, no obstante, la nueva magistrada del Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, María José Moseñe, ha dictaminado que finalmente el entierro sea en Zaragoza. "Hemos solicitado que se cierre la instrucción, ya no quedan más pruebas para hacer, está todo claro", explica el padre.

Laia podría acabar en una fosa común

A Manuel le resulta incomprensible esta decisión judicial. Más aún sabiendo que la madre, que ahora está en la cárcel de Zuera (Zaragoza), ha pedido el traslado a un centro penitenciario de Palma de Mallorca, donde nació y tiene familia. "No tiene sentido que Laia acabe enterrada sola en una ciudad que fue su peor pesadilla. Quiero que mi hija pueda descansar al lado de su familia aquí en Lloret", reclama.

A los cinco años el cadáver de Laia será exhumado y acabará en la fosa común. ¿Por qué tiene que acabar así mi hija si yo puedo darle un entierro digno?

De hecho, si Laia es finalmente enterrada en Zaragoza y trasladan a su madre a Palma de Mallorca, su cuerpo estará a cientos de kilómetros de su madre y de su padre biológico. Al parecer la última palabra sobre dónde enterrar a Laia la tiene la madre, sin embargo, Manuel no se rinde y ya ha presentado tres recursos contra la decisión de la jueza.

"Lo peor es que la madre ha dicho que no tiene dinero para hacer frente a los gastos del entierro y ha solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza que se haga cargo. De momento el consistorio no ha rechazado la petición pero ha advertido que el protocolo marca que a los cinco años el cadáver de Laia será exhumado y acabará en la fosa común. ¿Por qué tiene que acabar así mi hija si yo puedo darle un entierro digno en Lloret?," se lamenta Manuel.

Lo único que quiere es hacer justicia par Laia y que la pequeña no acabe sola. Por eso, asegura que va a llegar hasta donde haga falta. "Si es necesario presentaremos un recurso en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, no pararé hasta que Laia descanse en paz a nuestro lado".