Un estudio revela que la Tierra vibró durante horas tras la erupción del volcán de Tonga

La Tierra latió cada cuatro minutos y medio tras la gran erupción del volcán Hunga-Tonga, la más intensa registrada en la historia reciente. Esta “vibración” se mantuvo durante 8 horas, según ha descubierto un nuevo estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Un nuevo estudio realizado por el investigador de Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) Jordi Díaz analiza los diversos tipos de señales sísmicas generadas por la explosión volcánica submarina de Tonga y aporta nuevos detalles sobre los fenómenos que se produjeron en este evento geológico.

La Tierra vibró durante 8 horas tras la explosión del volcán de Tonga

“La explosión volcánica provocó que la Tierra vibrase a frecuencias muy bajas, resonando durante unas 8 horas”, explica Díaz en un comunicado. Este registro de señales resonantes de baja frecuencia, aclara el investigador, solo se había detectado anteriormente después de las erupciones de Pinatubo (Filipinas, 1991) y El Chichón (México, 1982).

Según el científico, cuyo estudio se publica en la revista Nature, es la primera vez que se registra con sismómetros el paso de la onda atmosférica durante tanto tiempo.

La onda de presión dio varias vueltas a la Tierra

“La onda de presión fue tan potente que, incluso después de dar dos vueltas a la Tierra aún consigue hacer vibrar el suelo y ser detectada por un sismómetro”, señala. Las redes sísmicas identificaron el paso de esta onda hasta cinco veces a lo largo de tres días y medio.

“El trabajo es una prueba más de que los sismómetros no solo permiten detectar terremotos, sino que pueden ser útiles para detectar otros tipos de señales”, apunta.

La variación de la presión atmosférica generada por esta explosión se extendió por todo el planeta, produciendo variaciones que fueron detectadas por diversos tipos de sensores.

“Para realizar el trabajo se han recopilado datos sísmicos de las principales redes a nivel mundial, así como de estaciones de las redes del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya y del Instituto Geográfico Nacional”, detalla Díaz.