El robo de datos de las tarjetas de crédito y la recomendación de los expertos: "Se lo pueden hacer absolutamente a cualquiera"
Los expertos llaman a estar siempre atentos a los movimientos y cargos de nuestras tarjetas de crédito, especialmente con las vacaciones
Toda prevención frente a esta forma de ciberdelincuencia es poca porque, además, estos casos casi siempre quedan impunes
La tecla que tienes que pulsar cuando saques dinero del cajero, según los expertos
La ciberdelincuencia sigue abriéndose paso entre múltiples modalidades de estafas y fraudes cada vez más sofisticados. Uno de sus grandes objetivos apunta directamente a nuestras credenciales y datos bancarios, con los expertos advirtiendo también de la necesidad de estar alerta con nuestras tarjetas de crédito, especialmente después de las vacaciones, como informa en el vídeo Gabriel Cruz.
Para detectar cualquier actividad extraña, es fundamental supervisar que no lleguen cargos que no hemos efectuado realmente, así como es crucial aplicar todas las medidas de prevención posibles para reducir el riesgo de unos fraudes que, además, casi siempre quedan impunes.
“Estando de vacaciones, habían duplicado mi tarjeta. Esa tarjeta estaba duplicada en Melbourne y yo estaba en Asturias”, cuenta ante nuestras cámaras una víctima de esta forma de ciberdelincuencia, poniendo el foco en una cuestión que no deja de generar preocupación.
Cuanto más se usan las tarjetas, más posibilidades hay de sufrirlo, por lo que, especialmente en fechas vacacionales, como por ejemplo en este próximo puente de mayo, los expertos llaman a tener cuidado con las páginas web en las que metemos los datos de la tarjeta o a quién se la dejamos.
“Cuando ibas a un hotel, el recepcionista te decía: ‘Déjame la tarjeta, que yo lo guardo’. Eso no hay que hacerlo nunca. Tenemos que hacer un pago único y que se devuelva la tarjeta”, advierte ante nuestras cámaras Diego Zapatero, de Asoban Abogados.
La estafa cibernética, el delito que más crece
La estafa cibernética es el delito que más crece: se ha multiplicado por cinco y es casi el 20% de todos los delitos, solo por detrás de los hurtos.
Además, aunque seamos muy prudentes con los datos de la tarjeta, también nos los pueden robar, por lo que toda cautela y toda vigilancia es poca.
“En ningún momento yo facilité ninguna clave ni ninguna contraseña, ni pin de la tarjeta. Este tipo de fraudes también se cometen con lo que se viene llamando ‘fuerza bruta’. Son ataques que buscan reconocer las contraseñas de las tarjetas por prueba y error. Con un software se consigue la clave”, cuenta ante nuestras cámaras Ana Valero, abogada experta en ciberdelincuencia y derecho a la intimidad, quien explica que, igual que pueden robarle los datos a ella, “se lo pueden hacer absolutamente a cualquiera”.
Si no se usan las tarjetas, recomiendan apagarlas para impedir nuevos cargos. Muchos de ellos, fraudulentos, se producen durante la noche para evitar que la víctima se dé cuenta.
“Yo estaba a las tres de la mañana o así… Estaba pagando y, de repente, me encontré con que había un cargo en mi tarjeta que yo no había realizado. En ese momento bloqueé la tarjeta”, relata una joven que se salvó de un ciberdelito aún mayor porque estaba de fiesta y vio el movimiento.
Los datos robados de las tarjetas de crédito, en la 'dark web'
Datos robados de tarjetas nos los encontramos en la ‘Dark web’, aquella a la que no se accede desde un buscador convencional.
“Por ejemplo, una lista de números de tarjetas de crédito de Medical Express puede valer 12.000 dólares. También podemos tener números de cuentas bancarias y hasta tarjetas de teléfonos SIM robadas. Así, pueden hacer que ese mensaje que te llega para verificar una compra le llegue también al atacante”, explica.
En ese último caso, el usuario está perdido, porque su teléfono es su carnet de identidad en una banca online. Si el delincuente se hace con una copia de la tarjeta de su móvil, se hará pasar por él.
Sin llegar a ese nivel de complicación, el problema es que los robos son prácticamente impunes.
“En el despacho hemos recibido 2.000 clientes que han sufrido estafas con medios de pago. De todos esos 2.000 clientes, tan solo dos clientes pudieron recobrar las cantidades en el procedimiento penal”, cuenta Diego Zapatero. Es decir, solo el 0,1% se resolvió. Por eso, si no queremos estar en el 99,9% restante donde no se pudo… ‘si no usa la tarjeta, apáguela’.
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