Pellets hormonales: la técnica antienvejecimiento que ha pasado de la popularidad a la preocupación

Frenar el envejecimiento no puede ser una obsesión
Frenar el envejecimiento no puede ser una obsesiónUnsplash
  • En los últimos tiempos ha habido un auge de la implantación subcutánea de pellets, dispositivos de liberación prolongada de hormonas que se usan para contrarrestar la menopausia o andropausia.

  • La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha comenzado a retirar todas las unidades de estos pellets de testosterona y de estradiol comenzando por dos farmacias valencianas.

  • ¿Por qué la medicina estética está pasando del anti-envejecimiento al pro-envejecimiento?

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Al igual que sucede con el uso del medicamento Ozempic para el uso alternativo de la reducción de peso, el uso de pellets hormonales contra el envejecimiento tiene una gran popularidad, pero no significa que su uso sea completamente seguro y, de hecho, han pasado de estar en un limbo legal a ser retirados por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Unos pequeños implantes contra el envejecimiento

El envejecimiento no solo trae arrugas y flacidez, sino también una caída en picado de los niveles hormonales, por lo que constantemente surgen nuevas fórmulas para tratar de contrarrestar estos efectos. Sin embargo, hay que recordar que envejecer no es una enfermedad, por lo que su tratamiento no puede ser a través de cualquier método que prometa que nos vamos a ver mejor, como está sucediendo con el auge en popularidad con los pellets o también llamados “chips de juventud”.

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Los llamados pellets o implantes hormonales, unos pequeños cilindros de aproximadamente 1 cm de longitud que se colocan bajo la piel empleando anestesia local y cuya finalidad es, supuestamente, combatir los síntomas asociados a la menopausia, andropausia y envejecimiento en general. En esencia, lo que hacen estos pequeños implantes que se aplican con frecuencia en clínicas de estética y bienestar es contrarrestar la carga de hormonas que entra en declive en estas fases de declive reproductivo, reemplazando la dotación hormonal natural que se tenía anteriormente. Estos pequeños implantes liberan hormonas de manera continua durante meses, por lo que su popularidad radica precisamente en supuestas ventajas como que no requiere de aplicaciones diarias y su liberación constante de hormonas, podría ayudar a estabilizar los niveles hormonales.

En su interior suelen encontrarse las llamadas hormonas bioidénticas, que son compuestos derivados de fuentes vegetales, como la soja o el ñame, un tubérculo comestible similar a la batata. Estos son procesados para que su estructura sea idéntica a las hormonas que produce el cuerpo humano, pero no siempre que sea más natural significa que sea más seguro. Por ejemplo, las hormonas sintéticas que se utilizan a modo de terapia hormonal sustitutiva, provienen en su mayoría de fuentes animales, pero está demostrado que son más eficaces y seguras.

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Los pellets se insertan de forma subcutánea y liberan hormonas durante meses

Estos implantes se fabrican a modo de “fórmula magistral”, lo cual puede suponer un peligro adicional. Lejos prepararse en un laboratorio de manera sistematizada, se elabora bajo petición de un profesional de la salud, quien es el que precisa la composición del cilindro hormonal. Esta forma de elaboración puede ser útil en casos como las cremas que a veces recetan los dermatólogos, para problemas puntuales y pacientes concretos, pero no en unos implantes que acaban con un enfoque más industrializado, contraviniendo una normativa que también prohíbe su promoción y publicidad.

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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), tras meses de vacío legal por parte de las autoridades sanitarias que permitieron su utilización, finalmente tomó cartas en el asunto y recientemente decidió retirar todas las unidades de estos pellets de testosterona y de estradiol. Primero, en una intervención de la producción total de la oficina de farmacia J.F. Barrachina Vicente en Tavernes de Valldigna, en Valencia, como parte del tratamiento promovido por la empresa Sottopelle España S.L. Más adelante, también intervinieron todas las unidades en la farmacia Perelló de Adzaneta de Albaida, también en Valencia.

“Los pellets se estaban implantando en diversas clínicas y centros médicos para varias indicaciones no sustentadas en pruebas clínicas de seguridad, calidad y eficacia, bajo la promesa de combatir el envejecimiento y diversas enfermedades (…) Tras la revisión de los procedimientos de elaboración de estos pellets recogidos en la inspección, se han evidenciado graves incumplimientos de los requisitos de calidad aplicables a estos preparados. Estos requisitos afectan tanto a su composición como a su comportamiento biofarmacéutico y a su calidad microbiológica, por lo que pueden constituir un riesgo para la salud de las personas que reciban los medicamentos”.

Como se puede apreciar, en la lista de ingredientes de estos pellets retirados figuraba el estradiol, que es una hormona diferente de la testosterona o estrógenos que se pierden al avanzar la edad, sino que su principal función es la “disminución de la grasa corporal, mejora los parámetros lipídicos, reduce triglicéridos y colesterol, y aumenta la densidad ósea. También alivia los síntomas de la menopausia como sofocos, sudores, cefaleas, insomnio, palpitaciones, dolores óseos, dispareunia, irritabilidad, mala memoria, depresión y síndrome uretral”, según explican desde Clínica Menorca.

“Los pellets hormonales no son recomendables”

Ya avisaba sobre los peligros de estos implantes la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) que el auge que están teniendo estos implantes como método para intentar combatir los efectos del envejecimiento no se correspondía con la seguridad en su uso: “Son dispositivos que no tienen estudios de seguridad a largo plazo que consideremos suficientes, tampoco en la manera de producirlos hay una homogeneidad, con lo cual puede haber algunos que sean de muy buena calidad y otros no. Y, dado que no están sometidos a un control regulatorio estricto, el posicionamiento oficial de la Asociación y de las sociedades científicas internacionales es unánime: los pellets hormonales no son recomendables”, en palabras de la Dra. Silvia P. González Rodríguez, presidenta electa de la AEEM y también ginecóloga del Gabinete Velázquez de Madrid.

El uso de cualquier terapia hormonal está recomendado solamente en caso de presentar síntomas que indiquen que sería beneficioso estos tratamientos. “Lo que dice la AEMPS en cualquier prospecto de cualquier terapia hormonal es que el tratamiento debe recetarse ante la presencia de sintomatología climatérica de grado intenso que deteriore la calidad de vida de la paciente. Por tanto, a una persona que no presenta síntomas, en principio no se le debe prescribir el medicamento. Sin embargo, a menudo se implantan pellets hormonales en sujetos completamente asintomáticos, únicamente con la intención de conseguir un efecto antienvejecimiento… pero la indicación preventiva antiedad no está reconocida por la AEMPS, con lo cual los ginecólogos, en general, no recetamos los fármacos bajo ese precepto”.