El duelo digital: dependencia y luto ante la desconexión de los creadores de contenido
El vínculo que se crea con los creadores a veces es más fuerte que el que existe con las personas cercanas
Esta "pérdida" puede llegar a generar ansiedad y malestar en la persona acostumbrada a cierto contenido
Desde que las redes sociales y los influencers comenzaron a formar parte de la vida de las personas, muchas de ellas sienten a los creadores que ven a través de la pantalla como un amigo más. Es por esto que, la falta de contenido diario, puede causar estragos en el ánimo del seguidor, que siente un fuerte vínculo con el creador y su perfil generando un "duelo digital" si este llegara a desaparecer.
La conexión vía móvil sustituye muchas veces a la presencial, una relación que el seguidor establece como una rutina y que causa dolor cuando esta persona de referencia desconecta. (Informa L. Sólvez / A.L.Pastor)
Ansiedad frente a la pérdida digital
Muchas personas son adictas a la vida de otras y no pueden soportar dejar de ver contenido por parte de ellas. Acostumbradas a ver su día a día por YouTube o redes sociales, Sylvie Pérez, psicopedagoga de la UOC, explica que “cuando esa persona a la que siguen desconecta, esto puede llegar a generar una sensación de angustia y ansiedad, como de cierto desasosiego, generando preguntas como qué habrá sido de esa persona”.
Ocurre lo que ahora llaman duelo digital, un luto extraño, pero con una pérdida real la de la rutina. Jaume Rojo, creador de contenido y publicista, comenta: “Al final nosotros somos como un programa de televisión, entonces cuando se acaba tu programa de televisión favorito, al final siempre tienes un poco de nostalgia, siempre quieres que vuelva”.
Sylvie además confirma que “que sea digital no quiere decir que duela menos”, aconsejando a las personas que hayan pasado por este duelo que “lo primero que se debe hacer es aceptar que ese dolor existe realmente en ti. Se rompe la costumbre y aflora la dependencia emocional”.
Sustituir las relaciones humanas
Las redes, que aportan una cercanía inusual con respecto a la vida de los demás, muchas veces son capaces de alejar a las personas que hay cerca, lo que genera una barrera invisible entre el individuo y su entorno.
“Nosotros nos creemos que tenemos la gente cerca en tanto que la vemos en las redes. El riesgo está cuando se sustituye la verdadera relación humana”, declara la psicopedagoga.
Por su parte, Jaume Rojo confiesa que: “Me di cuenta de que yo, durante ese tiempo, también me alejé mucho de la gente que me importaba. Al final en la marabunta de fantasía que vives, es muy fácil perderte. La cercanía real es lo único que el tiempo y las redes no han logrado devaluar”.