La protagonista durante la semana pasada, y especialmente el fin de semana ha sido la ola de calor. Con temperaturas de hasta 45ºC en provincias como Córdoba o 42ºC en Orense o Pontevedra, donde parece imposible que se registren estos valores. Es normal que no se hablase de otra cosa.
La actualización de los modelos muestra que a partir de este lunes comenzarán a bajar las temperaturas tan poco a poco que será casi inapreciable, pero lo cierto es que gracias a un nuevo embolsamiento de aire frio podremos respirar un poco más tranquilos cada día.
Durante este lunes este descenso no será especialmente notorio y aún toda España seguirá sufriendo un intenso y sofocante calor. En concreto, con aviso amarillo por altas temperaturas se encuentran las provincias de Lugo, Ourense, Asturias, Cantabria, Álava, Guipúzcoa, Navarra, Huesca, Teruel, Barcelona, Girona, Lleida, Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Valladolid, Zamora, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Granada, Jaén, todo las provincias canarias, Alicante, Valencia, Ibiza, Formentera y Murcia.
Durante las horas centrales del día se espera que en puntos de Galicia ronden los 26ºC, alcancen los 33ºC en Barcelona y sobrepasen los 37ºC en Castilla y León, Aragón y Navarra. En la mitad este se espera que ronden los 33ºC en Valencia o Palma de Mallorca, y el intenso calor se registre en Albacete y Murcia con 38ºC.
Hay que prestar especial atención a las provincias que tienen el aviso naranja decretado para esta jornada: La Rioja, Vizcaya, Zaragoza, Ávila, Salamanca, Madrid, Ciudad Real, Toledo, Badajoz, Cáceres, Cádiz, Huelva, Sevilla y Córdoba. En el encuadre nordeste los termómetros alcanzaran los 39ºC, al igual que en interior peninsular. Lo peor se espera en Extremadura, superaran los 41ºC, y en Andalucía con 38ºC en Sevilla y Córdoba. De cara al martes, solo mantendrán el aviso amarillo Córdoba y Sevilla.
Los servicios de emergencia y expertos siguen advirtiendo de lo importante que es evitar exponerse al sol durante las olas centrales del día, mantenerse hidratado, sobre todo ancianos y niños, y la especial atención que hay que prestar a los incendios ya que las altas temperaturas multiplican el riesgo.