Blanca Huergo, 18 años y experta en algoritmos: “Muchas chicas han descubierto que la programación es su vocación”

  • Recibió la Medalla de oro de la Olimpiada Informática de 2020 y es presidenta del primer concurso de programación algorítmica para alumnas de Secundaria

  • Este fin de semana se celebra la final para seleccionar a las cuatro jóvenes que representarán a España en la primera competición europea femenina de esta disciplina

Ha cumplido la mayoría de edad hace menos de un mes, pero no es capaz de recordar cuando fue consciente de lo bien que se le daban las matemáticas. “Lo que recuerdo es que siempre fui muy rápida. Aprendí a hablar rápido, cuando iba a la guardería me sabía los nombres de los padres y abuelos de todo el mundo”, dice Blanca Huergo, la joven presidenta de la primera Olimpiada Informática Femenina cuya final se disputará este fin de semana.

Esta competición, que se celebrará online por las exigencias de la pandemia, ha sido creada para seleccionar al equipo nacional que participará en la Olimpiada Europea para mujeres que se va a celebrar, también por vez primera, en Zurich, entre el 16 y el 19 de junio. Una iniciativa que nace para responder a una realidad: que solo participara una chica por cada veinte chicos en las olimpiadas de informática, tanto en la edición internacional como en la nacional. En esta última apenas cuatro mujeres han llegado al pódium en sus 25 años de historia y Blanca ha sido la última en lograrlo.

Cursos de astrofísica y análisis de datos

Su interés por las matemáticas le llevó a curiosear con apenas once años en los cursos online de universidades americanas. "Aprendí la parte más teórica que necesitaba y luego me puse a hacer cursos de astrofísica, de análisis de datos, y viendo su aplicación a distintos campos hasta que di con la programación. Entonces descubrí que esa era la rama que me gustaba”.

A los concursos informáticos como el que ahora preside llegó con 16 años. Unas competiciones para medirse con otros estudiantes que, dice, le producían bastante miedo. “Mi colegio no participaba así que no conocía a nadie que lo hubiera hecho antes. Yo seguía por mi cuenta haciendo proyectos cada vez más interesantes, como cursos de análisis de datos con los que predecir los precios de los billetes de avión para obtener los mayores beneficios. Hasta entonces no sabía si era buena o mala, pero entonces me enteré de que existía la Olimpiada Informática de Asturias”.

Se presentó por primera vez y la ganó. No solo eso, sino que en la entrega de premios descubrió el trabajo de una consultora que le pareció interesante y decidió pedirles trabajo. “En una hora libre que teníamos, se me ocurrió mandarles el currículo desde la biblioteca del colegio. Fui a la primera entrevista con el uniforme del cole y me contrataron para trabajar durante el verano como científica de datos para recomendar estrategias a diferentes clientes”. En su segundo empleo, el verano siguiente, se dedicó a predecir tendencias futuras analizando los buscadores dentro de páginas web.

Creación de la Olimpiada Informática Femenina

Desde su triunfo en la competición asturiana Blanca ha ganado muchos más premios, entre ellos la Medalla de oro en 2020 de la Olimpiada Informática Española, una competición mixta con la que iba a ser imposible seleccionar a cuatro chicas para participar en el primer concurso europeo femenino de esta disciplina.

“En los últimos años en la competición nacional o no había finalistas femeninas o estaba solo yo, así que era bastante probable que no pudiéramos mandar equipo. Es un poco sorprendente, pero no había cuatro adolescentes que programaran competitivamente o a las que pudiéramos seguir la pista. Ahí fue cuando decidimos fundar la Olimpiada Informática Femenina”

Esta iniciativa dirigida a chicas que se encuentren en la Educación Secundaria ofrece formación gratuita y personalizada a las participantes que cuentan, además, con un canal para comunicarse con los profesores. “Se han apuntado más de 130 participantes en esta primera edición. Es mucho más de lo que esperábamos si tenemos en cuenta que el pasado año era yo la única finalista”, explica Blanca, que asegura que ya se están notando los cambios. “Hay cantidad de chicas súper motivadas entrenando. Además, les animamos a inscribirse en la competición mixta y de las 14 finalistas, cuatro son alumnas nuestras”.

Mayor visibilidad

Blanca se muestra firmemente convencida de la necesidad de visibilizar iniciativas como esta. “Si no tienes ninguna amiga que programe es difícil que, por iniciativa propia, se te ocurra a ti empezar a hacerlo. Solo hacía falta que se empezara a hablar de ello para que comenzara a aparecer más gente interesada. Si llevaban años apuntándose solo chicos es porque conocían esta competición a través de sus amigos. Faltaba el germen inicial que ha nacido este año y muchas han descubierto a partir de ahí que la programación es su vocación.”

Se confiesa satisfecha por el éxito y, sobre todo, asegura, porque una asignatura que ahora mismo no se enseña en muchos colegios llegue a más chicas que luego puedan plantearse estudiarla. Ella, que ya sabe que quiere dedicarse a la investigación, comenzó en octubre a cursar Matemáticas y Ciencias de la Computación en la Universidad de Oxford.

Y tiene muy claro lo que diría a las niñas que creen que el estudio de los algoritmos no es para ellas: “Que no abandonen rápido, porque las matemáticas están en todas partes, desde la búsqueda que hacemos en Google Maps con nuestro móvil hasta en trabajos de arqueología. Que hasta ahora no se les haya presentado de una manera muy atractiva no significa que haya que cerrarles la puerta”.