Nos hemos puesto en contacto con Santiago Molina, Director de Formación del ISM y Coordinador de Medio Ambiente del ISMColegio de Biólogos de Madrid, y su respuesta es clara: "los episodios de sequía de los últimos meses no son el problema que ha originado esto". La falta de lluvias no aliviaría el atasco porque "el problema viene de redes canalizadas y, por tanto, las consecuencias que se produzcan son exclusivamente fruto de la actuación doméstica", añade Molina.
¿Por qué se ha llegado a este punto en Donostia?
Todos los años en el País Vasco se recogen 2.400 toneladas de toallitas higiénicas de sus redes de saneamiento, y no es la única comunidad autónoma que sufre este problema. Santiago Molina lo achaca a una falta de concienciación de la población: "desechar las toallitas por el inodoro está generando problemas en el entorno. Pero, además, la gente no sabe que hay un coste asociado al tratamiento de aguas residuales que crece exponencialmente como consecuencia de este taponamiento por toallitas, no solo económico sino de gestión: paralizar las bombas, parar los inodoros, sustituir las vías de evacuación…". En Madrid, la situación en torno a esto también es deplorable y es necesario que las personas interioricen que el uso de las toallitas ha de ser puntual, y nunca desecharlas por el W.C.
¿Y si pone biodegradables? Tampoco
La población se ha confiado a la hora de leer la palabra "biodegradable" en los paquetes de las toallitas y las tira sin ton ni son por el váter. Santiago Molina explica que "el concepto se ha tomado a la ligera, tanto por parte de los compradores como de las fábricas". Si lo pone es que es cierto (por descontado), "pero lo que hay que plantearse es cuánto tiempo tardan en degradarse. Estas toallitas pasar por determinadas condiciones en laboratorio durante se fabricación para que sean biodegradables, pero resulta que no son las mismas que se producen en el inodoro. Pueden tardar varios días en desmenuzarse y ese tiempo es suficiente para que se forme un atasco", reconoce Molina.
Para destaponarlo, se tiene que seguir el siguiente procedimiento: "habría que paralizar el abastecimiento para desviar el tratamiento de aguas residuales a otras zonas. Por otro lado, hay que intervenir el tramo atascado y, en función del tamaño y características de la bola, se tiene que hacer manualmente -como en Donostia- o no. En cualquier caso, habría que sustituir las bombas de abastecimiento o sustituir tramos de cañerías", dice Santiago Molina.
Las toallitas: el principio del gran problema
Las toallitas húmedas que se tiran por el inodoro se quedan atascadas en algún rincón de la tubería mezclándose con otras que llegan y haciéndose cada vez una bola más grande de este material. Pero el atasco no era solo de toallitas: "la masa heterogénea que se tiene que desatascar lleva, además, masas y aceites de productos, materia orgánica, restos de celulosa de papel higiénico… Numerosos materiales que no pueden pasar de largo por culpa de las toallitas que se han quedado ahí", comenta Santiago Molina, y culmina recordando que "se tarda menos tiempo del que se cree en realizar un tapón así y, por eso, es necesaria la concienciación de la población para que se erradique la tira de toallitas húmedas por el váter".