El cerebro es más resistente a la muerte de lo que se creía

Informativos Telecinco / SINC 25/04/2019 16:23

La paralización neuronal derivada de una muerte cerebral ha sido cuestionada por un análisis publicado en la revista Nature, gracias a un examen realizado con cerdos que habían sufrido daños irreversibles minutos después de que la sangre dejase de circular. El experimento ha arrojado luz sobre la idea de que el cerebro mantenga diversas funciones neuronales una vez incluso que se haya producido un fallecimiento, según ha podido confirmar SINC.

Se entiende por fallecimiento clínico aquel ser vivo que ha sufrido una pérdida irreversible cerebral y consiste en una actividad nula proporcionada por el electroencefalograma isoeléctrico o plano.

La falta de actividad cerebral se considera un síntoma infalible de muerte biológica y la Organización Mundial de la Salud establece al respecto un conjunto de criterios ineludibles para identificar la muerte. Pero no todos los tejidos y órganos pierden sus características funcionales al mismo tiempo. Se asume que ciertos órganos pueden preservar su vitalidad tras la muerte cerebral.

Procedimiento

El curso natural de la muerte cerebral se refleja en una actividad eléctrica global donde se pierde la consciencia a los pocos minutos de la interrupción del flujo sanguíneo. El efecto siguiente se produce cuando varios mecanismos desencadenan la pérdida de la homeostasis iónica y la acumulación de glutamato, hasta alcanzar niveles tóxicos para las neuronas.

Esta nueva investigación liderada por la Universidad de Yale ha descrito la recuperación de ciertas propiedades estructurales y funcionales en cerebros de cerdos sacrificados cuatro horas antes.

El proceso consistió en inyectar un líquido especial que contenía una serie de compuestos citoprotectores y anticoagulantes nutritivos con el que el tratamiento se restauró y mantuvo la circulación en las principales arterias, vasos sanguíneos y capilares, preservando el metabolismo cerebral y la capacidad de respuesta celular a fármacos. Otros estudios electrofisiológicos han demostrado gracias a extracciones cerebrales que tras un tiempo considerable de estar mantenidos en condiciones específicas indicaron la preservación de la funcionalidad de las neuronas y de sus sistemas de comunicación sináptica.

Sin embargo, el cerebro no volvió a funcionar y los electrodos indicaron una falta de actividad coordinada total en la corteza cerebral, a pesar de restaurar elementos que constituyen el cerebro (neuronas, células de glía, componentes vasculares, etc), el cerebro no recupera la capacidad de funcionar como un todo, y por tanto se duda de que la consciencia, o la capacidad de experimentar sensaciones (dolor o angustia) se recuperen con este procedimiento.

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