Los glaciares del Kilimanjaro durarán pocos años más: por qué se están derritiendo

  • La radiación en condiciones de viento ligero estaría calentando el aire junto al hielo

  • Una larga sequía ha contribuido a dejar sin hielo al monte

  • Los glaciólogos han comprobado que la masa de hielo se ha reducido un 85 % desde 1912

Uno piensa en África e imagina un paisaje árido y desértico, pero lo cierto es que también alberga glaciares. El Kilimanjaro es uno de los lugares más populares del continente por su espectacularidad: una vista invernal a 5.895 m de altura tan solo 300 km al sur del ecuador. Pero el hielo se está derritiendo y se calcula que puede durar poco más de una década. ¿Qué está causando este deshielo?

16 glaciares en el volcán Kibo

El monte Kilimanjaro consta de tres volcanes: Kibo, Mawenzi y Shira. Su hielo, de hasta cuarenta metros de espesor, se encuentra en el más alto de estos tres picos volcánicos, el Kibo, entre los 5.700 y los 5.800 metros sobre el nivel del mar. En su cima llana y alrededor de su caldera hay 16 glaciares, el más bajo desciende una ladera umbría hasta los 4.800 metros.

Entre los motivos que están mermando el hielo tanto en el Kilimanjaro de Tanzania como en el monte Kenia y en la cordillera Rwenzori de Uganda, empezaremos por el más evidente: el calentamiento global.

“El ascenso de las temperaturas del aire modifica el balance energético de la superficie mediante la potenciación de la transferencia de calor por contacto entre la atmósfera y el hielo, el incremento de la radiación infrarroja y, finalmente, la elevación de la ALE”, dice un artículo de 2007 publicado en 'American Scientist' por el investigador Philip W. Mote y el glaciólogo Georg Kaser. ALE son las siglas de “altitud de la línea de equilibrio”, la zona de un glaciar que divide la zona de acumulación de la zona de ablación, siendo la masa de ablación aquella donde se pierde hielo y nieve.

“Otra causa posible”, continúa esta publicación, “es el descenso en la acumulación combinado con el aumento de la sublimación, fenómenos ambos dirigidos, posiblemente, por la variación en la frecuencia y cantidad de la nubosidad y las precipitaciones de nieve”, dice. Dicha sublimación es el proceso por el cual el hielo se convierte directamente en vapor de agua.

Kaser lo comprobó al subir al Kibo a recuperar sus instrumentos de medición tras año y medio colocados en sus glaciares, y sus observaciones le llevaron a concluir que la temperatura del aire no era un factor suficiente para provocar la pérdida de hielo en el Kilimanjaro, como sí lo es en otros glaciares del mundo.

La radiación, clave en la fusión

El aire a la altura de estos glaciares de Tanzania suele estar, decía Kaser, por debajo de la temperatura de congelación, y por tanto es imposible que el aire provoque esa fusión del hielo. Sin embargo, en condiciones de viento en calma o muy ligero, la radiación solar sí puede calentar el aire justo al lado del hielo. Hace referencia a las paredes que ascienden hasta 40 metros en zonas de Kibo, exentas de nieve por ser horizontales y junto a un suelo sin su blanco característico.

Falta de precipitaciones

Otra persona que ha dedicado su vida a estudiar entre otros lugares gélidos del mundo el monte del Kilimanjaro es Lonnie Thompson, miembro del Centro de Investigación Polar Byrd de la Universidad Estatal de Ohio. El último documento que publicó junto a otros siete expertos en 2014 enuncia que el 85 % de los campos de hielo del Kilimanjaro se ha perdido desde 1912. En parte, dice, por la radiación, haciendo mención a Mote y Kaser, y por otro lado por el cambio climático que está provocando un cambio de patrón en las precipitaciones sobre la región.

Este investigador ya había definido en un estudio de 2009 la cima del Kilimanjaro como un lugar muy seco, afectado por una larga sequía, y daba de vida al hielo tan solo hasta 2033.

Aunque faltan estudios más recientes que detallen cómo puede haber cambiado la situación en el último lustro, se sabe que recientemente las lluvias han hecho aparición de manera torrencial en el Parque Nacional Amboseli de Kenia, a los pies del Kilimanjaro.