A la conquista del planeta enano Ceres: un asentamiento humano en el espacio es cada vez más probable

  • El planeta enano Ceres proporciona una gravedad de 1 g similar a la de la Tierra

  • El asentamiento que plantea este científico se formaría por mega-satélites en su órbita

  • El propio Ceres proporcionaría los recursos para la vida, como el agua

Ceres, el asteroide más grande del cinturón principal, considerado un planeta enano, ha sido propuesto para albergar en su órbita un asentamiento permanente para seres humanos, creado a partir de materiales del propio Ceres.

Estamos acostumbrados a escuchar hablar de una futura colonización de Marte y la Luna, pero lo cierto es que ambos tienen entornos muy hostiles para los humanos.

Ha sido el físico teórico finlandés Pekka Janhunen el que ha publicado esta idea de colonizar Ceres en ‘arXiv’. Los humanos, eso sí, no estarían sobre Ceres, sino alrededor de Ceres. Se trataría de un “asentamiento de mega-satélites construido a partir de materiales de Ceres en su órbita alta”, dice en su informe.

Ceres proporcionaría lo necesario para el asentamiento

¿Qué tiene Ceres que lo distinga? Se trata del objeto más grande en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Hasta donde sabemos, es además el único planeta enano dentro del sistema solar. Su radio es de solo 476 km y no tiene atmósfera, solo vapor de agua esporádico, posiblemente del hielo expulsado por pequeños impactos.

Esto es precisamente lo que interesa tanto a los científicos: el agua. La búsqueda de vida en el espacio es una búsqueda de agua.

Según lo plantea este científico, Ceres se podría aprovechar los recursos locales para crear condiciones similares a las de la Tierra: "Proporciona una gravedad de 1 g similar a la de la Tierra, que es esencial para la salud humana. Además, Ceres tiene nitrógeno para crear las atmósferas del hábitat, y es lo suficientemente grande como para proporcionar recursos casi ilimitados. Al mismo tiempo, también es lo suficientemente pequeño como para que su gravedad sea bastante baja, por lo que levantar material de la superficie es barato", ha declarado en una entrevista a ‘Universe Today’.

Un "mundo de mega satélites"

Janhunen estima que podría mantenerse en 500 personas por kilómetro cuadrado, mientras que ciudades como Manhattan y Mumbai tienen densidades de aproximadamente 27.500 y 32.303 personas por km2 respectivamente. Inicialmente, el asentamiento estaría provisto de un suelo de 1,5 metros de profundidad, que podría mejorarse a 4 metros.

Esto permitiría espacios verdes con jardines y árboles que producirían el oxígeno del asentamiento y limpiarían la atmósfera de CO2 (así como protección adicional contra la radiación). De manera similar, se sabe que Ceres tiene abundantes suministros de sales de amoníaco en su superficie (particularmente alrededor de los puntos brillantes en el cráter Occator) que podrían importarse al asentamiento y convertirse en nitrógeno para su uso como gas amortiguador.

Sería algo así como un “satélite en forma de plato. Janhunen lo visualiza con más de un kilómetro y medio de largo, y miles de estructuras cilíndricas interconectadas en su superficie para albergar a los humanos y para proporcionar espacio para otras necesidades como la agricultura y los espacios recreativos. También imagina un par de espejos gigantes para aprovechar la energía del sol a ambos lados del satélite”, resume la web especializada ‘Phys’.

Los espejos planos y parabólicos ubicados alrededor de la estructura marco dirigirían la luz solar concentrada a los hábitats, proporcionando iluminación y permitiendo que ocurra la fotosíntesis. Si bien la creación de un asentamiento de este tipo presenta muchos desafíos técnicos y requeriría un compromiso masivo de recursos, en realidad sería más fácil en muchos aspectos que colonizar la Luna o Marte.

La propuesta se completa con la construcción de un ascensor espacial que conecte el complejo con la superficie de Ceres. Es una propuesta más viable que en la Tierra, debido a la menor gravedad del asteroide, y sería más eficiente que una conexión con naves, concluye.