Entre el 5 y el 30 de noviembre nuestro planeta atravesará una zona dentro de su órbita donde se encuentra el cometa Tempel-Tuttle. Gracias a este 'encontronazo', podremos ver los restos de este cometa que quedan a su paso y estrellan contra la Tierra. A estos puntos rápidos y luminosos también se les conocen como lluvia de estrellas.
Cada 33 años esta lluvia de estrellas se disfruta como nunca, llegando a alcanzar los centenares de meteoros por hora y, aunque habrá que esperar aún hasta 2034 para que sea tan intensa, no quiere decir que no lo sea cada año cuando sucede.
La visibilidad se verá lastrada por la Luna
El pico de actividad más importante de las leónidas tendrá lugar la noche del 17 al 18 de noviembre, cuando haya anochecido. La velocidad de cada meteoro (las piezas del cometa que impactarán contra nuestro planeta) suele ser superior a los 70 kilómetros por segundo y suelen verse en torno a los 15 meteoros por hora.
La claridad con la que pueda observarse la lluvia de estrellas Leónidas dependerá, como siempre, de cómo estén los cielos en estas fechas. Aunque parece que estarán relativamente despejados, la Luna dificultará su visión porque aparecerá iluminada en más de la mitad de su superficie.
Pero no es la única lluvia de estrellas del otoño. Más adelante nos espera otra cita con el cielo, esta vez de la mano de las gemínidas, que surcarán nuestros cielos a mediados de diciembre. Para entonces la Luna aparecerá iluminada solamente en un tercio de su superficie, lo que facilitará la visión de estos meteoros. Quienes miren al cielo la noche del 13 al 14 de diciembre podrán deleitarse con la última lluvia de estrellas del año.