El Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha analizado las aguas residuales de una depuradora que atiende a las ciudades de Ingenio, Santa Lucía y Agüimes (130.000 habitantes, en total).
En este análisis, realizado con mediciones quincenales durante seis meses, han visto que, por cada litro que pasa por la depuradora, hay una media de 59,2 microgramos de fármacos o metabolitos de fármacos, entre los que se incluyen productos habituales como antibióticos, antidepresivos, antiinflamatorios, protectores estomacales y medicamentos contra el colesterol, entre otros.
Teniendo en cuenta que dicha depuradora procesa a diario 18.000 metros cuadrados de aguas residuales, los científicos han calculado cuál es la cantidad total diaria de fármacos que se vierten cada día por el inodoro, y la cifra da 'miedo': más de un kilo de medicamentos y residuos de estos se diluyen en la orina de los consumidores.
El caso del ibuprofeno es de los más preocupantes. Las cantidades de este solo eran rebasadas por la cafeína (que, aunque no es estrictamente un fármaco, está presente en algunos estimulantes). En total, la cafeína salía con 36 microgramos/litro (648 gramos al cabo del día), y el ibuprofeno, con 16,1 microgramos/litro (289,8 gramos a lo largo de un día).
Aunque los autores del estudio recalcan que las depuradoras modernas son muy eficientes al eliminar estos compuestos antes de que lleguen a mares, ríos o redes de riego urbano, matizan que, aún así, una parte de esos compuestos se libera al medio ambiente. "Y se ha demostrado que la exposición continua a trazas de ciertos fármacos provoca consecuencias inesperadas y efectos no deseados en los ecosistemas", apuntan Cristina Afonso, Zoraida Sosa y José Juan Santana, los responsables de esta investigación.
El ibuprofeno, de alto riesgo para las algas
Los investigadores han diseñado un indicador del riesgo que comporta la presencia de esos compuestos en el agua para tres tipos de seres vivos marinos (las algas, unos pequeños crustáceos conocidos como dafnias y los peces), comparando la concentración detectada con el nivel que se sabe que resulta inocuo. El resultado de ese cociente ofrece un valor, denominado RQ. Un RQ por debajo de 0,1 es inofensivo, cifras entre 0,1 y 1,0 son de riesgo medio y valores superiores a 1,0 representan un peligro alto.
"La mayoría de compuestos estudiados no presenta un riesgo significativo, porque su RQ está entre menos de 0,001 y 0,077. Sin embargo, el gemfibrozilo (un anticolesterol), el ibuprofeno y el ofloxacino (un antibiótico) generan un riesgo significativo para determinados organismos, con valores RQ superiores a 1", indican.
Este estudio cifra el riesgo del ofloxacino en un RQ 50 para las algas y en un 1,91 para los peces; el del ibuprofeno, en un 5,42 para las algas, en un 4,34 para los peces y en un 2,41 para las dafnias; y el del gemfibrozilo en un 22,3 para los peces, un 5,02 para las algas y un 1,93 para las dafnias.