Misterio resuelto: un estudio descubre que estos ‘sacos’ gelatinosos contienen miles de huevos de calamar

  • Desde 1985, se han registrado alrededor de 90 avistamientos de estos 'sacos'

  • Algunos contenían una raya un núcleo oscuro en su interior

  • Un test de ADN ha revelado que contienen huevos y embriones de un calamar común

Durante décadas, estos enormes ‘sacos’ de un metro de diámetro con aspecto gelatinoso han sido un misterio de nuestros océanos. Se han visto en varias ocasiones –concretamente, alrededor de 90 desde 1985–, pero su procedencia no se conocía hasta ahora: contienen miles de huevos de calamar. Es decir, son algo así como depósitos de embriones.

La ciencia ciudadana ha permitido llevar un registro de avistamientos desde aproximadamente 1985 sobre estas esferas gelatinosas. Ahora, un estudio publicado en la revista ‘Nature Scientific Reports’ ha desvelado los resultados del primer test de ADN realizado a estas curiosas burbujas.

Alrededor de la mitad de las esferas observadas contenía algo oscuro en su interior, según los registros y flotaban a una profundidad de entre 60 y 70 metros, en aguas con temperaturas de entre 8 y 24 ºC. Fue en 2019 cuando un equipo de buzos decidió tomar muestras del tejido de estas gigantescas bolsas para analizarlas frente a la costa noruega.

El creador de estos ‘sacos’ es un calamar común

Del análisis se obtuvo una respuesta clara en primer lugar: su ADN coincidía con el del calamar de aleta corta del sur o el calamar de cola corta (Illex coindetii), de la familia Ommastrephidae, bastante común.

Se encontraron embriones de calamar en diferentes etapas en diferentes masas de huevos: huevos recién fertilizados, organogénesis y embriones desarrollados. “Sin muestras de tejido de todos y cada uno de los registros para la corroboración del ADN, no podemos estar seguros de que todas las masas esféricas de huevos sean conespecíficas, o de que las 86 esferas restantes observadas pertenezcan a Illex coindetii. Sin embargo, debido a la morfología y tamaño similares de estas esferas, en relación con las cuatro esferas con análisis de ADN, sospechamos que muchas de ellas fueron hechas por esta especie”, enuncia la investigación.

Durante la reproducción, las hembras de los calamares que pertenecen a la familia Ommastrephidae producen enormes esferas hechas a partir de su propio moco para mantener sus embriones flotantes y a salvo de los depredadores. Pero a pesar de ser parte del procedimiento habitual de esta especie es muy raro encontrarse con estos sacos.

Respecto al núcleo oscuro que se ha observado en algunos de estos sacos, los investigadores creen que se debe a la liberación de tinta cuando se fertilizan los óvulos, aunque aún queda mucho por analizar. La esfera se va desintegrando a medida que el embrión se desarrolla.