El oso ha llegado a Pirineos para quedarse: detectan seis nuevas camadas con 12 cachorros

  • Los oseznos han nacido en Cataluña y en la zona francesa de Ariege

  • En Aragón nacieron dos crías pero fueron víctimas de un macho

  • Antes de las camadas, la cifra de osos en Pirineos era de 52 ejemplares

Confirmado: los osos pardos se están haciendo con los Pirineos. Su población ha pasado de tener que ser reintroducida en 1996 a superar los 50 ejemplares, y esta semana se suman al censo las seis nuevas camadas con 12 cachorros que han nacido en Cataluña y en la zona francesa de Ariege.

Otra buena noticia que llega de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), que trabaja con la Fundación Oso Pardo, es que este año los ataques de osos a ovejas, cabras y colmenas se han reducido a la mitad en Aragón. Una de las razones podría estar en la abundancia de hayucos y bellotas, y castañas en Francia, ya que como recuerdan los naturalistas, más del 90% de su alimentación es vegetal, dicen en un comunicado.

Sorita y Claverina, las hembras reintroducidas por Francia al otro lado de la frontera aragonesa, no han tenido oseznos esta temporada. La suelta se realizó precisamente para favorecer el crecimiento de la población en la parte occidental de la cordillera, donde solo había machos. Sorita parió dos crías, pero fueron víctimas de la depredación de un macho. En esta subpoblación, más menguada que la del Pirineo central, se ha visto este año el mayor movimiento de ejemplares en décadas, ya que las hembras recibieron la visita de Neré, Rodri y Canelito (el único que conserva al 50% los genes de la especie autóctona).

A Neré se atribuye la paternidad de dos oseznos nacidos en el valle de Arán. Precisamente el viaje que realizó el año pasado al Pirineo central, desconcertando a los expertos, probó la conexión cada vez mayor entre las dos subpoblaciones. "No fue un viaje en balde", comenta una persona encargada del seguimiento de la especie.

Los movimientos de los animales apuntan además a una mayor presencia en la zona central de Gavarnie y Ordesa. De hecho, en abril, una patrulla del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil avistó una osa y dos crías cerca de las cascadas del Cinca, en el valle de Pineta.

Dos osos han muerto

Aunque no todo han sido buenas noticias, ya que se han producido dos bajas, ambas bajo investigación judicial. El cadáver de Cachou, uno de los más conflictivos por sus ataques a ganado equino, apareció en el valle de Arán en abril. Según los primeros datos de la necropsia, la muerte se debió a una agresión producida por otro oso y la posterior caída de 40 metros por un terreno muy abrupto. Esta versión fue cuestionada por los ecologistas.

Todavía no se conoce oficialmente la causa del fallecimiento, ya que la juez de Viella encargada del caso lo mantiene desde hace seis meses bajo secreto de sumario. En Ariege, el área con mayor presión osera de Francia, murió a tiros otro ejemplar, y su autoría aún está por resolver, continúa el comunicado de AEAFMA.