Con el verano, llegan las escapadas al destino estrella en nuestro país y, con ello, vuelve una vez más el debate: los bañistas que están a favor de disfrutar del buen tiempo, el ambiente cálido y el agua del mar con sus perros, y aquellos que se niegan a compartir la arena y la orilla con los canes.
Cada año se produce el mismo dilema. Los que quieren ir a la playa con sus mascotas se quejan de la falta de sitios habilitados para ellos en las playas, de las multas a las que se enfrentan y a la discriminación frente a otros festejos en los que si se permite el acceso de animales a las playas.
Por el contrario, aquellos bañistas que se niegan a su presencia y afirman que quieren disfrutar tranquilos del paisaje, sin pelos, sin salpicaduras, sin excrementos y sin compartir el agua en el que se bañan.
Su motivo principal es la higiene, pero lo cierto es que no existe ningún informe que relacione la salubridad de la playa con la presencia de animales: “Más que ensuciamos los humanos no creo que ensucien los animales”, explica una bañista.
En el caso de nuestro país, incluyendo ambos archipiélagos, hay un total de 58 playas que permiten el acceso de los perros. Sin embargo, hay zonas que lo prohíben totalmente (País Vasco) o está muy limitado, como en Cádiz. El acceso puede salir muy caro, de 90 a 1.500 euros de multa.
Es esta provincia donde el pasado fin de semana un grupo de personas, junto con el partido animalista, Pacma, se ha manifestado para quejarse por la falta de espacios especializados para ellos: "Sé que hay en Málaga, sé que hay que Huelva, pero claro nos pilla un poquillo lejos" o "las personas que tienen animales están consideramos como ciudadanos de segunda”, han manifestado dos ciudadanos. No son pocos, el 50% de la población española tiene una mascota, tal y como afirma el partido animalista.
Una de las reclamaciones que hacen a las instituciones públicas es la falta de igualdad que sufren en relación a otros festejos en los que animales ocupan las playas. Ponen el ejemplo de las playas de Sanlúcar en Cadiz, famosa por sus carreras de caballos, pero sin ningún centímetro para el baño de los canes: "Son cosas un poquito injustas", afirma indignado un ciudadano.
Mientras esperan a que los consistorios acepten sus peticiones y reclamaciones afirman que seguirán luchando para que juntos puedan disfrutar de unas buenas vacaciones en lo que queda de verano.