El vídeo viral de cocodrilo que se comporta como un perro provoca debate en Tik Tok

Si hay algo que triunfa en las redes sociales como Tik Tok son los vídeos de animales. El último en viralizarse es uno grabado por el usuario Jonathan Temminckii, en el que aparece un cocodrilo acercándose para dejarse acariciar y adopta otros comportamientos más propios de un perro. La grabación, claro, no ha gustado a todo el mundo, que se ha lanzado a debatir sobre la ética de criar en casa al reptil.

En su biografía, el joven afirma ser "amante de la naturaleza y sobre todo de las tortugas y cocodrilos". Pero su pasión por estos animales va más allá de lo habitual, puesto que no duda en criar como mascota a este reptil que podría matarlo si quisiera.

Cerca de 48 mil seguidores han respondido a la publicación, algunos halagando el comportamiento del cocodrilo… Otros, por el contrario, lejos de encontrarlo tierno, aseguran que es una tortura apartarlo de su entorno natural para tenerlo encerrado en una casa.

"Los animales que son salvajes van a ser así por siempre. Eso está en su naturaleza", señala una usuaria de la red social. Otro asegura que "los animales sienten sin importar de qué lugar provengan, igual a un perro o un gato".

Animales salvajes en las redes sociales

Otro caso muy impactante de un animal salvaje que triunfó en las redes sociales es la de la pantera negra que se cría con su dueña y un rottweiler en Rusia.

En Tik Tok, casos muy sonados son el de la mantarraya que parecía reírse en un vídeo viral, al que un aluvión de personas contestó en masa que lo que en realidad estaba ocurriendo era que el animal marino se estaba ahogando fuera del agua para el entretenimiento del tiktoker.

También lo fue el del pequeño pulpo que una usuaria sostuvo en su mano en Bali. Tras compartir su hallazgo en la red social, la joven fue informada de que se trataba de un pulpo de anillos azules (Hapalochlaena), una de las especies más venenosas del mundo.

Más reciente es el vídeo de la serpiente marina que un surfista se cruzó en el Pacífico. En esta ocasión, eso sí, la persona conocía la especie y no interactúo con el reptil para evitar riesgos.