¿Cómo limpiar la goma de la lavadora de forma efectiva para prevenir el moho y las manchas?

La limpieza del hogar nos exige a menudo dedicarle mimo y atención a objetos en los que no reparamos habitualmente. Uno de ellos es la goma de la lavadora, que suele pasar desapercibida en las sesiones de limpieza y es un foco de bacterias y suciedad acumuladas.

Por lo general, pasado cierto tiempo de lavados y programas, esta pequeña pieza del electrodoméstico va cogiendo progresivamente un color más y más desagradable. Esto se debe a que la lavadora está constantemente expuesta a la humedad.

El tono puede variar, se oscurece. En determinados puntos es probable que veamos manchas negras de moho. Estos puntos oscuros pueden aparecer también en otras partes del electrodoméstico donde se acumulan con frecuencia restos de suciedad, polvo y detergente. No es ningún drama, sino algo perfectamente normal que podemos arreglar muy fácilmente con algunos pequeños trucos de limpieza.

El truco para que no se acumule humedad en la lavadora

Una de las claves fundamentales para mantener en buen estado este electrodoméstico tiene que ver directamente con el proceso que sigue nuestra ropa. Si no realizamos un mantenimiento correcto es probable que la suciedad acumulada en la goma y ciertos olores acaben impregnando nuestras propias prendas. De ahí la importancia de realizar chequeos periódicos para comprobar que no aparezcan las manchas de moho y ese desagradable color pardo.

Existen varios trucos muy sencillos de realizar que nos van a ahorrar muchos dolores de cabeza. El primero y más importante: hay que procurar mantener seco el tambor, por lo que al terminar cada ciclo de lavado conviene pasar un paño y secar el interior, así como retirar los restos de humedad que puedan haber quedado en la goma. Dejaremos siempre la puerta de la lavadora abierta para que se termine de secar por completo.

Así debes limpiar la goma de la lavadora para que no coja moho

Si la goma ya ha cogido ese desagradable color pardo, toca pasar a la acción y limpiarla a conciencia. Hay distintas maneras, todas igualmente efectivas.

Podemos utilizar un limpiador antigrasa y dejarlo actuar. El proceso es rápido, aunque dependiendo de la composición química del producto la goma podría deteriorarse.

Lo único que hace falta es encajar en la junta de la goma un trapo limpio y verter lejía densa para que se vaya impregnando.

Lo mejor suele ser optar por la mezcla casera, libre de químicos. Nos asegura una limpieza menos agresiva de la goma, y así durará íntegra toda la vida útil del electrodoméstico.

Para el blanqueador casero nos servirá un combinado que se utiliza habitualmente para distintos tipos de superficies y objetos, sumamente efectiva para desatascar tapones en tuberías. Necesitaremos agua (250-300 ml), vinagre blanco (50 ml; un tapón) y una cucharada de bicarbonato.

En cuanto al moho y las manchas negras que suelen acumularse en los pliegues de la goma y los rincones donde es más fácil que queden restos de detergente y agua, tocará aplicar en spray una mezcla de agua (1 L), zumo de limón (50 ml) y agua oxigenada (250 Ml). La lejía también sirve. Hay que dejarlo actuar para que el moho se ablande y luego pasar un paño seco para retirarlo.

El sobrante de la mezcla podemos verterlo en el cajetín del detergente y programar un ciclo de lavado largo.