Lingüistas contra literatos: intrahistoria de la batalla de la RAE que dejó a Pérez-Reverte solo sin tilde

Sin polémica ni tormenta, el pleno de la RAE acordó ayer por "unanimidad" que la palabra "solo" se siga escribiendo sin tilde. Así lo anunció en la rueda de prensa posterior el presidente de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, quien aseguró que lo ocurrido la semana pasada fue un "malentendido".

Se refiere Muñoz Machado a la polémica surgida por la tilde del "solo" que ha enfrentado estos días a lingüistas con algunos escritores académicos, así como a tildistas y antitildistas de aulas y redacciones, donde no faltan las posturas contrarias y convencidas (no todo va a ser deporte o política).

Una batalla por la tilde de "solo" que el escritor Arturo Pérez-Reverte recuperó hace una semana, con el siguiente tuit:

"A veces se ganan viejas batallas", aseguró Pérez Reverte, haciéndose eco de una información del ABC en la que se anunciaba la "rectificación" de la RAE y la vuelta de "la tilde a 'sólo' trece años después". El medio, en el que el sillón T de la RAE es columnista, citó a fuentes de la Academia para hacer el anuncio, aunque también recogió la versión oficial de la institución explicando que lo acordado en el pleno del jueves 2 de marzo "no modifica la norma sino que la hace más clara" con una "una nueva redacción que se publicará en el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD)".

Así lo explicó la propia institución a un usuario en Twitter. "Lo aprobado en el pleno del 2 de marzo no modifica la doctrina de la Ortografía de 2010. Incluso la expresa de forma más clara":

  •  Se mantiene la obligatoriedad de no tildar el adverbio "solo" y los pronombres demostrativos (este, ese, aquel, así como sus femeninos y plurales) cuando no exista riesgo de ambigüedad.
  •  Se mantiene la opción de tildar o no estas palabras cuando haya riesgo de ambigüedad.

A juicio de quien escribe, pero lo tiene que justificar

¿Quién determina si existe o no riesgo de ambigüedad? Según la RAE, lo debe hacer quien escribe, aunque de forma justificada. ”Por ejemplo, si alguien escribe tilde en una oración como ‘Sólo vino Ana a la fiesta’ será difícil que pueda explicar la existencia de una doble interpretación”, subraya la RAE . Así que insiste: lo más aconsejable es que no se tilden nunca ni el adverbio solo ni los pronombres demostrativos este, ese o aquel. 

La aclaración no gustó nada Arturo Pérez-Reverte quien la calificó de "sesgada e inexacta", obra de un académico "anti-tildista".

Una tormenta, según las fuentes de la RAE consultadas por NIUS, provocada por el escritor Arturo Pérez-Reverte al que acusan de "montarla una y otra vez”.  Porque nunca desde dentro de la RAE, señalan, se ha ido en contra de lo acordado por la academia española junto con las otras 23 academias que velan por la lengua española en el mundo.

El autor de la saga de Alatriste cantó victoria hace una semana, pero ayer Muñoz Machado dibujaba un panorama menos bélico. "Nadie ha dado su brazo a torcer ni hay vencedores, por más que algunas comunicaciones públicas aparenten otra cosa. Algunos académicos ven este paso muy importante en la línea de lo que ellos han reclamado y lo han tomado como un gran éxito personal y victoria de sus posiciones y otros académicos más partidarios de la regla establecida han manifestado que, a su entender, no hay variaciones", ha explicado el director de la RAE.

Pérez-Reverte fue uno de los académicos "mas activos" en el pleno, pero a la salida parecía por un día retirarse sin buscar conflicto: "No tengo ni idea. No sé de qué me hablas", decía a los periodistas.

La Ortografía Española, un asunto mundial

En 2010, las 24 instituciones (de España, de Chile, de México, de Argentina...) que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) acordaron la nueva edición de la Ortografía con las normas para unificar la escritura de la lengua española, una lengua hablada por más de 500 millones de personas en más de veinte países.

Entonces, la ASALE acordó ciertos cambios, entre ellos, que en "solo", "este", "ese" o "aquel" “…se podrá prescindir de la tilde incluso en casos de doble interpretación”. Porque, hay pocos casos “raros y rebuscados” en los que haya ambigüedad real, e “infinidad” de palabras que están en el mismo caso que "solo". Es el caso de la palabra seguro: “Pedro trabaja seguro”.  

Algunos que creen que lo que procede de la naturaleza es aquello que aprendieron en su infancia. La oposición viene de los escritores, no de los lingüistas

Las tildes, explican las fuentes de la RAE consultadas, no se utilizan para aclarar ambigüedades, sino para marcar dónde se pone el acento, dónde se da una mayor intensidad a la hora de pronunciar una palabra; de ahí que se mantengan en monosílabos como mí o té. “La clave es la coherencia, y nosotros no usamos la tilde diacrítica para acabar con la ambigüedad porque si no habría que emplearla también con otras muchas palabras", señalan. El problema, añaden, es que "hay algunos que creen que lo que procede de la naturaleza es aquello que aprendieron en su infancia. La oposición viene de los escritores, no de los lingüistas, y de algunas cosas sabemos unos más que otros”, subrayan dichas fuentes.

"Reticencias al cambio"

De hecho, según Noemí Domínguez, profesora de Lengua Española en la Universidad de Salamanca (USAL), no todos los escritores que forman parte de la RAE, en la que hay 46 académicos, son partidarios de poner la tilde en solo. "Sabemos muy bien quién enarbola esa guerra que es más mediática que otra cosa, lo que nos pasa a todas las personas hablantes es que nos cuesta mucho cambiar aquello que nos han enseñado y, si hemos crecido distinguiendo con una tilde el "solo" cuando es adverbio y equivale a "solamente", y ahora te dicen que no la lleva, pues molesta, somos muy resistentes siempre al cambio lingüístico, en cualquier cosa".

Para la profesora Domínguez, tanto los lingüistas como "muchos escritores" tienen argumentos suficientes para demostrar que "solo" no necesita acentuarse, porque hay muchos otros casos de palabras ambiguas y nunca se han acentuado. "Nos dedicamos a la gramática como objeto científico y nunca he escuchado argumentos lingüísticos para poner la tilde en 'solo'".

Pero, entonces, ¿por qué la RAE vuelve a aclarar ahora que se puede tildar si quien escribe detecta esa ambigüedad en la palabra "solo" y así lo desea? La respuesta, para Noemí Domínguez, vuelve a ser la misma: la resistencia de ir en contra de aquello que te han enseñado, por eso, después de 13 años, viendo que hay gente que sigue tildando "solo", se ha añadido "esta especie de coletilla", para aquellos que perciban una justificada ambigüedad. La intención era contentar a todo el mundo, pero "ha provocado el efecto contrario".

Tal y como dijo García Márquez en su discurso para "jubilar la ortografía", la tilde no es útil para distinguir "revólver" con "revolver", sino para saber dónde se acentúa la palabra a la hora de pronunciarla. "El asunto no es la ambigüedad, que es una cuestión semántica y se resuelve con el contexto, sino de acentuación", insiste la lingüista, "encantada" de que por un momento el debate en España haya dejado de ser la política o la corrupción, y se haya centrado en si se pone o no la tilde a "solo".