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Recuerdo perfectamente aquella noche en el desaparecido cine de Telde (en la isla de Gran Canaria) que acogía el gran estreno del inicio de curso: una película de terror protagonizada por Belén Rueda, dirigida por un novel y promocionada hasta la saciedad en todos los canales del grupo Mediaset España. Mientras yo disfrutaba por aquel entonces de un argumento que me tenía completamente atrapado y una música que era casi tan protagonista como la propia actriz, la de Fernando Velázquez, en mi memoria aún hay imágenes de personas aterrorizadas abandonando la sala, entre ellas mi amiga Ainhoa.
Dieciséis años después y con cientos de entrevistas realizadas, recibo la invitación por parte del equipo de Netflix para entablar mi primera conversación cara a cara y en pleno centro de Madrid con ese director que me conquistó con su primera gran producción. El mismo que descubrió a Tom Holland, el amigo y vecino Spiderman, con ‘Lo imposible’ y me hizo llorar ‘a lágrima viva’ durante el estreno de ‘Un monstruo viene a verme’ en el Teatro Real. Ese que hizo que Chris Pratt pisara el Wizink Center de la capital española y dio identidad a la precuela de ‘El Señor de los Anillos’ en serie de televisión con ‘Los anillos de poder’.
Juan Antonio Bayona espera en una sala de luz tenue de un lujoso hotel abarrotado de personas que llevan consigo bolsas correspondientes a tiendas de gente muy pudiente, un lugar en el que unos hombres con gabardina roja y sombrero de copa abren las puertas y solicitan amablemente el abrigo para depositarlo en el guardarropa. Mientras esperamos, mi compañera Cata y yo, a que el resto de los medios de comunicación realicen sus encuentros promocionales con parte del equipo de la cinta que está a punto de estrenarse, vemos moverse de un lado a otro al trío protagonista de la nueva adaptación de la tragedia en los Andes. Agustín Pardella, Enzo Vogrincic y Matías Recalt se pasean por el hall como si estuvieran en su casa, reciben paquetes llenos de ropa que deben ser para la premiere e impregnan el ambiente de una ‘buena onda’ que contagia a cualquiera.
Una vez dentro, mientras montamos el equipo para grabar ese encuentro deseado por cualquier profesional de la prensa en España, el director revisa sus redes sociales en busca de datos que aporten información sobre la venta de entradas y las críticas recibidas tras los primeros visionados internacionales. Está contento, se le nota en la cara. Todo va bien, incluso “a Boyero le ha gustado”.
“Es el resultado de muchos años dedicado al proyecto, desarrollándolo y pensándolo. Todo el trabajo de las anteriores películas y lo aprendido en las distintas series de televisión que he realizado lo he puesto aquí. Ha sido un esfuerzo muy grande llevar a cabo esta gran producción”. Eso es lo primero que me responde Juan Antonio Bayona (Bayona a secas para los amigos como Paco Plaza o Guillermo del Toro) cuando le recuerdo que los profesionales del sector reconocen que ‘La sociedad de la nieve’ es “su mejor trabajo como director”.
“Tenía el consuelo de que el de Pablo Vierci es muy buen libro y una visión muy diferente. Lo es porque fueron los propios supervivientes quienes decidieron escribirlo porque no les gustaba cómo se había contado la historia hasta la fecha. No hablo solo de las películas anteriores, sino en general”, confiesa tranquilo. “Muchos se limitan a contar la historia de un grupo de rugby que se estrelló con su avión en los Andes y tuvieron que comerse los unos a los otros, pero la historia va mucho más allá de eso. Trata sobre una generosidad infinita entregándose en cuerpo y alma a sus amigos”.
No obstante, la de la desgracia en los Andes en la que solo unos pocos consiguieron sobrevivir a setenta y dos días de auténtico infierno ya se había contado en muchos documentales y a través de una visión norteamericana y comercial de Frank Marshall protagonizada por Ethan Hawke, 'Viven'. ¿En qué se diferencian la una de la otra? Tanto él y el equipo artístico lo tienen claro: no solo en que la del 2023 cuenta con un equipo 100% sudamericano, sino que también se centra en dar la misma importancia a la historia de los que fallecen así como de los supervivientes.
Precisamente ese equipo de actores contó previamente en un encuentro exclusivo que vivieron siete meses de casting hasta que recibieron la llamada que confirmó su participación en la película: “Estaba buscando lo que se ve: que estuvieran sensacionales y no lo digo yo solo sino, también, los propios protagonistas de la historia real”. “No he conocido ninguna reacción por parte de los supervivientes o alguno de los familiares de los fallecidos que no esté conforme con lo que se ve en ‘La sociedad de la nieve’. Alguno sí que bromea diciendo que ‘podría haber salido un poco más’”, dice entre risas.
J.A. Bayona sintió ‘la llamada’ del arte cuando vio volar por primera vez a ‘Superman’. Esa película, junto con otras, fue fuente de inspiración para las grandes obras que se encarga de sacar adelante aún en la actualidad. Al ser preguntado por una escena del cine reciente que le recuerde a esa misma emoción de cuando era un niño responde tajante: “Lo tiene esta película, es una gesta extraordinaria hecha por personas normales. No son héroes. Hicieron algo extraordinario: cruzaron a pie los Andes con mocasines y sin estar preparados, unas personas normales con las que es muy fácil conectar cuando ves la película”.
Algo que es muy común en el trabajo de Juan Antonio es el drama. Todas sus películas están impregnadas de él. No obstante, como asume su trabajo como un reto diario no cierra la puerta a explorar con nuevas categorías: “Me encantaría dirigir una comedia romántica porque, además, soy una persona muy divertida. Dicho por mis propios amigos”. Y es que para mi sorpresa sí que ha dado largas a Hollywood para centrarse en sus propias ideas: “Siempre he meditado mucho todo lo que hacía y a la mínima que dudaba siempre decía que no, sobre todo cuando he recibido trabajos de fuera. Le he dicho que no a Hollywood. A casi todo”.
Uno al que Hollywood dijo que no y ha tenido que aprender mucho de su último gran error, ‘Cats’, es Tom Hooper. El cineasta, que después de dirigir auténticos bombazos en la taquilla como ‘La chica danesa’ con Eddie Redmayne o ‘Los miserables’ con Hugh Jackman y Russel Crowe, ha visto paralizada su carrera profesional y no se sabe nada de él desde 2019. ¿Tiene miedo al fracaso Bayona? “Lo que realmente me da miedo es no aprender de un resbalón. Todos los grandes directores de la historia del cine han hecho películas regulares y no pasa nada siempre que se aprenda de los errores. Me preocuparía tener un resbalón y no darme cuenta de ello porque significaría que no estoy siendo consciente de lo que estoy haciendo. Por eso, es muy importante para mí el público: quiero saber si lo que estoy contando le llega y cómo le llega lo que quiero contar”.
“No sé si el siguiente proyecto será ‘Sangre y fuego’, que gira en torno a la Guerra Civil. Estamos trabajando en ello y todo dependerá de lo que nos cueste sacarla adelante y si conseguimos a quienes confíen en ella. ‘La sociedad de la nieve’, por ejemplo, nos ha costado diez años sacarla adelante”, confiesa sobre todo lo que ronda en su cabeza una vez acabe la carrera por la nominación al Óscar. “Encargo no tengo ninguno y todos los proyectos que estoy valorando en la actualidad han salido de mí”.
Antes de dar por finalizada la entrevista, no podía despedirme sin debatir con un director de cine al que admiro sobre dos grandes cuestiones que experimentamos los amantes del género y los que no lo son: el lenguaje cinematográfico del cine en series de televisión y la excesiva duración de las primeras.
“Es muy diferente el lenguaje del cine al de la televisión. El primero realmente se consume en una sala con unas condiciones especiales y un lenguaje más elaborado, mientras que en el segundo (y esto es una generalización, claro) lo que se valora es el guion. Son producciones que normalmente están hechas para verse en casa mientras se está haciendo otra cosa. Soy una persona de cine y me gusta contar una historia con todas las posibilidades que da el sonido y la imagen para multiplicarlas y crear algo genuino para disfrutar en pantalla grande y en compañía de desconocidos”. Estas declaraciones al completo las puedes ver en reels publicados en mis redes sociales y los distintos perfiles de Informativos Telecinco y Yasss.
Además, sentencia: “Creo que cada historia debe encontrar el ritmo que necesita para ser contada. En la actualidad, vivimos con una inmediatez y una necesidad de estímulos y experiencias que hace que la gente tenga muy poca paciencia, lo que creo que es una cuestión de educación. Tenemos que saber dejar el móvil a un lado y tener la paciencia necesaria para disfrutar de una película. Soy una persona exigente, que se aburre muy fácilmente, y de la última película de Scorsese, que fui al cine sabiendo que dura tres horas y media, no me sobró ni un solo minuto”.
Hay quien dice de Bayona que es el Spielberg español. Le guste o no la comparación, lo que está claro es que perdura para hacer historia.
Puedes ver ‘La sociedad de la nieve’ en Netflix a partir del 4 de enero de 2024