Cine

La intrahistoria del rodaje de 'Tiburón' y los problemas que la hicieron todavía más aterradora

'Tiburón', la película que cambió la historia del cine, cumple 50 años
La película Tiburón, uno de los grandes éxitos del cine, costó 10 millones de euros y recaudó 265 millones. Informativos Telecinco
  • 'Tiburón', una de las películas más influyentes del cine, revolucionó por completo la industria hace cinco décadas

  • Un rodaje que duró 159 días, casi el triple de lo previsto, y que estuvo repleto de fallos técnicos

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A lo largo de la historia del cine, ha habido películas que han marcado hitos sin precedentes. O han revolucionado un género en concreto, o la manera de dirigir, o incluso técnicas visuales. Ahí tenemos el paso del cine mudo al sonoro con ‘El cantor de jazz’; la primera película en Technicolor con ‘El peaje del mar’; el uso de flashbacks y el montaje moderno gracias a ‘Ciudadano Kane’; o el llamado Nuevo Hollywood que llegó en los años 60 y 70, donde enmarcamos a ‘Tiburón’, una de las películas más importantes de Steven Spielberg, y que cambió el cine para siempre. Informa en el vídeo Ruth Méndez.

Antes de ‘Tiburón’, los estudios solían reservar sus estrenos más importantes para el otoño o el invierno, y las películas se lanzaban gradualmente en distintas ciudades. La película de Spielberg rompió ese esquema con un estreno masivo en más de 450 salas (algo inédito en la época), el 20 de junio de 1975. Fue diseñada como una película de verano, dirigida a un público amplio que buscaba emociones fuertes durante las vacaciones. Esto marcó el inicio del modelo de blockbuster veraniego que más tarde seguirían películas como ‘Star Wars’, ‘Indiana Jones’ o gran parte de los taquillazos desde entonces.

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También fue la primera película que usó de forma intensiva la televisión como herramienta de marketing masivo, con una campaña publicitaria sin precedentes. Se invirtieron más de 700.000 dólares en anuncios televisivos antes del estreno, algo muy arriesgado en ese momento. Como dijo el productor Richard Zanuck en The Guardian: “Nunca se había hecho algo así. La televisión creó la expectación. Los cines se llenaron desde el primer fin de semana.” Además, la taquilla fue espectacular, recaudando más de 7 millones de dólares en su primer fin de semana. Esto la convirtió rápidamente en la película más taquillera de la historia hasta ese momento (superada dos años después por ‘Star Wars’). Así cambió la percepción de lo que una película podía ganar en poco tiempo, y alentó a los estudios a apostar por estrenos simultáneos masivos. En la taquilla internacional, se colocó con casi 500 millones, y ajustado a la inflación, la convertiría en la 7ª película más taquillera de la historia.

El animatrónico no dejaba de estropearse en cada toma, por lo que hubo que reducir drásticamente sus apariciones
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Este primer éxito de Steven Spielberg, junto a ‘Star Wars’ de George Lucas dos años después, marcó el inicio de una nueva era de Hollywood centrada en los efectos especiales, el merchandising y las franquicias. Ambos cineastas ayudaron a que los estudios priorizaran los grandes estrenos espectaculares sobre el cine de autor o los dramas modestos de los años 70. Es decir, cambiaron por completo la industria. “No sabíamos que estábamos cambiando la industria. Solo intentábamos hacer una película que funcionara. Pero de pronto, todo se aceleró”, dijo Spielberg en una entrevista para The Hollywood Reporter en 2015. Y el propio George Lucas, amigo de Spielberg desde el principio de su carrera, ya vaticinó el éxito que se avecinaba. “George miró al tiburón y dijo: ‘guau, esta va a ser la película más exitosa de la historia’”, recuerda Spielberg en el documental del 50º aniversario de ‘Tiburón’.

Eso sí, no todo fue positivo. La película generó en muchos espectadores selacofobia, es decir, e miedo irracional a los tiburones. Sin embargo, más allá del término clínico, muchos expertos y medios se refirieron al fenómeno causado por la película como un pánico cultural colectivo. El propio autor de la novela original, Peter Benchley, reconoció años después que ‘Tiburón’ había contribuido a generar una fobia masiva. “Si hubiera sabido lo que sé ahora sobre los tiburones, nunca habría escrito el libro”, dijo en un documental de National Geographic a comienzos de los 2000. Tras el estreno, miles de personas desarrollaron un temor extremo a nadar en el mar, incluso en zonas donde nunca se habían visto tiburones. Este fenómeno se convirtió en un ejemplo de cómo una obra de ficción puede influir en la percepción pública y generar una psicosis social.

Además, multiplicó la caza de tiburones en todo el mundo. Según la organización Sharkstewards, solo en California, la película llevó a torneos de cazar tiburones blancos, además de una pesca sin precedentes para su venta. Todo esto casi arrasó la población de tiburones blancos en la costa oeste de América del Norte. Un fenómeno que se extendió durante los años 80 y 90. Y, aunque biólogos y ONG coinciden en que el declive poblacional se debía principalmente a la pesca comercial, la película aumentó exponencialmente la persecución de tiburones por parte del público general.

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‘Tiburón’ fue un hito no solo en cambios en la industria del cine, sino en su propio rodaje. Por ejemplo, con el uso de animatrónicos para recrear al tiburón. El animatrónico principal se llamaba ‘Bruce’ (por el abogado de Spielberg). Se construyeron tres versiones del tiburón mecánico, pero fallaban constantemente debido al agua salada. Esto obligó a rodar muchas escenas sin mostrar al tiburón, lo que, paradójicamente, aumentó el suspense. Fue un fallo técnico que hizo historia. También confirmó a John Williams como el gran compositor de cine de nuestro tiempo. Cuando Williams tocó el famoso tema por primera vez al piano para Spielberg, este pensó que era una broma. Pero luego su pequeño tema con pocas notas convirtió dicha partitura en media película. “Sin esa música, la película no habría funcionado. El tiburón era la partitura”, confesó Spielberg en una entrevista para The Hollywood Reporter.

Pocos recuerdan, de hecho, que la banda sonora ganó el Oscar, al igual que el montaje y el sonido. También estuvo nominada a Mejor Película (perdiendo frente a ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’), pero Spielberg no estuvo nominado a Mejor Director. “Pensé que me iban a nominar… ya me veía en la alfombra roja. Fue una lección de humildad”, confesó en el documental ‘The Stark is Still Working’. La película, además, se sustentaba en solo tres protagonistas: Roy Scheider, Robert Shaw y Richard Dreyfuss. El primero de ellos, dando vida al jefe Brody, improvisó una de las citas más famosas del cine, con su “You're gonna need a bigger boat”. Mientras que Robert Shaw y Richard Dreyfuss se odiaron durante todo el rodaje, llevándose realmente mal. Pese a ello, su química traspasó la pantalla, y el trío de actores consiguió elevar más aún la película.

Aproximadamente dos tercios de la película se rodaron antes de que el tiburón funcionara... Pero siempre sentí que eso permitió que los tres actores nos convirtiéramos en un grupo muy compenetrado, porque tuvimos mucho tiempo para improvisar y hablar”, confesó Scheider años después, confirmando que la película supo sacar de la adversidad una ventaja, y convirtió a ‘Tiburón’ en ese hito cinematográfico que lo cambió todo.