De la nominación al Premio Nobel: lo que se sabe del proceso secreto para elegir a los ganadores'
Desde la selección de los nominados a la designación de los galardonados, los Premios Nobel están rodeados de secretismo
Mary Brankov, Fred Ramstell y Shimon Sakaguchi, Nobel de Medicina por sus descubrimientos en la tolerancia inmune periférica
Un año más, y desde sus inicios con una primera edición en 1901, –hace ya 124 años y entre algunas excepciones como las provocadas por la Primera y Segunda Guerra Mundial–, se celebra la entrega de los Premios Nobel, con la que se galardona a los vencedores por su contribución y su trabajo en el área de la Física, la Química, la Medicina, la Literatura o la Economía; categorías a las que se suma también el distinguido Premio Nobel de la Paz.
Desde el 6 de octubre y hasta el 13 de este mismo mes, jornada a jornada se van conociendo y revelando los nombres de los ganadores, una decisión que se conserva con recelo hasta este momento y que está marcada por el misterio que rodea a todo el proceso de selección del premiado. Prueba de ello es que en su esencia lleva la directriz de que no se pueda conocer quienes han sido los nominados que han competido por el premio hasta pasados 50 años.
¿Qué se sabe del proceso secreto para elegir al ganador de cada Premio Nobel?
Honrando cada año la memoria de Alfred Bernhard Nobel, fallecido el 10 de diciembre de 1896, y cumpliendo los preceptos que dejó marcados en su testamento sobre la normativa de estos premios, los protocolos para definir a cada galardonado siguen un meticuloso y estructurado proceso.
Esencialmente, todo comienza con la designación del llamado Comité Noruego del Nobel, en quien recae en última estancia la decisión de definir al premiado de cada categoría. Conformado por cinco intelectuales seleccionados por votación en el Parlamento de Noruega. Son ellos los que posteriormente deciden quiénes serán los encargados de lanzar propuestas de candidatos, nominando así a sus favoritos.
Esta última tarea, como se puede presuponer en un proceso tan cuidado y selectivo, no puede recaer en cualquiera. Los habilitados a nominar candidatos deben ser profesores universitarios, expertos en las diferentes áreas del conocimiento, jefes de Estado, legisladores, directores de institutos de política exterior, rectores o ganadores anteriores del Premio Nobel.
A ellos, a esos expertos de cada categoría, el Comité Noruego del Nobel les envía sus invitaciones para habilitarles a nominar candidatos. Para ese proceso, –en el que no pueden nominarse a sí mismos–, se les concede un plazo que va desde septiembre del año anterior a la entrega de los premios hasta el 31 de enero del año siguiente. Es decir, en este caso, la fecha límite iba desde septiembre de 2024 al 31 de enero de 2025.
En ese tiempo, y aunque cada categoría rige algunas reglas particulares, en general pueden proponer cuantos candidatos consideren idóneos para el Nobel y para cada categoría. De este modo, y como ejemplo de ello, para esta edición han llegado un total de 338 candidatos solo para el Premio Nobel de la Paz, de los que 244 son individuos y 94 son organizaciones.
¿Cómo se seleccionan a los nominados de entre los candidatos propuestos?
Tras recibir la lista de candidatos, desde febrero el Comité Noruego del Nobel comienza a revisar las candidaturas recibidas. Son estas últimas las que a veces trascienden porque los propios nominadores las hacen públicas, pero no lo son las nominaciones que pasan la criba del Comité, que se guardan con recelo durante cinco décadas tras conocerse los ganadores.
En ese cribaje, el organismo destina a su vez a un comité de selección específico la tarea de evaluar y revisar las propuestas para determinar quiénes son dignos de ser nominados a cada galardón.
Dicha tarea, a través de un análisis pormenorizado entre febrero y agosto, con un ‘Consejo de Revisión’ incluido, termina cuando los asesores del Comité, –compuesto también por expertos cualificados y profesores universitarios con amplia experiencia en la materia– concluyen su informe. Todo en el marco de un proceso internacional, dado que en los comités de selección se incluyen a expertos de cualquier parte del mundo, y con distintas reuniones en las que hay espacio y lugar para el debate sobre la idoneidad de las candidaturas para cada categoría.
La elección del ganador de un Premio Nobel y el acuerdo de confidencialidad
Con todo ya preparado, a principios de octubre el Comité Noruego del Nobel asume el último peso de la decisión: de los nominados a la elección de los premiados. Tras haber analizado las candidaturas de forma exhaustiva y tras los informes recibidos, designan a los ganadores; un esperado momento que tiene lugar siempre desde el compromiso y el respeto al acuerdo de confidencialidad que todos los involucrados han firmado.
De acuerdo con este último, no se puede revelar información sobre las nominaciones ni las discusiones sobre la selección. Ni siquiera con personas de su entorno, al menos en lo que estrictamente se refiere al ámbito teórico y formal. En cumplimiento con ello, además, todas las nominaciones que se seleccionaron quedan almacenadas en un archivo cerrado que permanece bajo el amparo de la Fundación Nobel en Suecia, donde se protege esa información durante los citados 50 años que suceden al nombramiento del ganador de cada categoría, tal como dispuso Alfred Bernhard Nobel. De ahí el secretismo, y de ahí el misterio que se atribuye a estos premios.