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Entrevista a Carminho: "Rosalía me confesó que cantaba mi fado en los bares al principio de su carrera, me sorprendió"

La cantante portuguesa Carminho. Cordon Press
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Este año, Carminho ha irrumpido en la industria musical global gracias a su explosiva colaboración con Rosalía en su álbum 'LUX', una alianza inesperada que ha hecho que el fado aterrice en playlists donde jamás había puesto un pie. De repente, un género nacido en tabernas lisboetas está aunándose con beats urbanos y llamando la atención de millones de oyentes que han empezado a familiarizarse con el 'saudade'.

Pero lo más asombroso es que este salto no llega solo: coincide con el lanzamiento de su séptimo disco, 'Eu vou morrer de amor ou resistir', un álbum que no se limita a evolucionar su sonido, sino que lo libera. Carminho atraviesa fronteras musicales, tensando el fado con elementos de música electrónica y experimental marcada por la voz femenina y la introspección emocional. Es la prueba definitiva de que se puede honrar una tradición sin renunciar a la experimentación más libre.

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Desde la web de Informativos Telecinco lo hemos comprobado de primera mano: al charlar con ella, es evidente que la artista está en una fase camaleónica. A sus 41 años, habla del fado como quien habla de su raíz más profunda, pero para ella está en constante evolución, listo para moldearlo de forma totalmente insólita. Y ella lo hace a su manera. Siguiendo su propio camino

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Pregunta: Tu carrera se ha convertido en una referencia del fado. ¿Qué dirías que es lo que más ha evolucionado en tu música desde tu primer disco en 2009 hasta ahora?

Respuesta: Creo que la forma en la que he aprendido sobre mi propia lengua. Yo empecé a a cantar con mi madre y con mis hermanos, y fue algo muy natural, muy orgánico, era como una parte de mí. Y cuando empecé el primer disco yo no lo veía como una profesión ni algo que me diera un plato de comer, por eso mis primeros álbumes eran una reproducción de lo que había hecho toda mi vida. Cuando fui madurando empecé a preguntarme más aspectos sobre el género, sobre los instrumentos, los sonidos, la grabación en el estudio... Y todo eso me ayudó a tener más ideas creativas, a experimentar y a componer más.

"No sé si busco transmitir algo, lo mío es una urgencia de cantar"

P: ¿Qué es lo que quieres transmitir con tu música?

R: No sé si busco transmitir algo. Lo mío es una urgencia de cantar. No sé si tengo un objetivo detrás ni quiero que la gente comprenda esto o aquello, ¿sabes? Porque cada uno lo va a interpretar a su manera, por eso no voy a limitar la idea. Yo simplemente canto lo que me gusta y lo que es mi sensibilidad, mi gusto y mi necesidad. Lo otro a veces es imprevisible e incontrolable.

P: ¿Qué papel juega la espiritualidad que a veces mencionas en tus canciones en tu manera de entender la música y la vida?

R: La música lleva a lugares muy intangibles, y por eso trato muchas veces la sensibilidad y la invisibilidad. Para mí es algo muy natural la idea de trascender a través del arte, de la música y de la belleza, pero también de tratar tus propios sentimientos. Yo me canto a mí misma, pero también lo que veo y lo que escucho, y todas esas ideas son energías que están dentro de ti que te salen por algún lugar. Yo tengo un canal muy privilegiado que es el canto, y por eso me siento muy agradecida.

P: ¿Hay un momento en tu carrera que recuerdes como un antes y un después?

R: Creo que no, es un camino de mucho trabajo. Claro que hay momentos muy importantes, pero llegan porque trabajaste hasta ahí. Entonces nada te cae de un día para el otro, es siempre una constante, es como el propio fado cuando me dicen: 'Ah, es un nuevo fado'. No hay nuevo fado, sino que está evolucionando continuamente, traduciéndose a los tiempos de ahora y que no se quede solo como un ejercicio de memoria. Es algo que se lucha, y otros antiguos cantantes del fado me han enseñado que me haga mi propio camino. Escucho esa voz que me dice que su legado es que siga mi propio camino, y por eso estoy haciendo lo que me gusta.

P: Ahora, contigo, el fado también ha llegado a otros géneros y ámbitos de la música junto a Rosalía con la canción 'Memoria'. ¿Cómo surgió la idea de trabajar juntas?

R: Nos conocemos desde hace tiempo, y me confesó que ella cantaba mis canciones y mis fados cuando empezó a cantar en los bares, y me sorprendió mucho. Después he ido a sus conciertos y hemos conectado mucho, porque tenemos muchas cosas en común: el lenguaje, somos dos mujeres de la tradición que estudiamos nuestro propio género musical... Y un día escribí un fado tradicional y quise dárselo para que lo cantase en mi disco que acabo de sacar, pero cuando ella lo recibió lo quiso para el suyo, y pensé que era un desafío increíble para ella, pero también una oportunidad muy importante para el propio género del fado. Así que me invitó a cantar con ella y fue una pasada. Cuando volví a casa estuve muy feliz porque me encanta ella en general y porque pude compartirlo con ella. Yo pienso que cuando dos artistas se juntan nace un tercer mundo que llega a los otros de una manera distinta, especial y muy única.

P: ¿Cómo es Rosalía en las distancias cortas y qué es lo que más te ha sorprendido?

R: Es una artista increíble, con fuerza y con sentimiento. Confirmé mis sospechas sobre cómo iba a ser: generosa, muy colaborativa, talentosa y segura de sí misma. Ha sido un honor y una maravilla poder trabajar con un artista que realmente hace lo que lo que necesita hacer, lo que para ella es su urgencia. Cuando hablo de urgencia es porque me identifico con las artistas que no hacen los cálculos, sino que hacen lo que necesitan hacer y juegan con las consecuencias después. Ella me parece muy valiente, y es algo muy inspirador.

P: Con tu séptimo álbum has abierto el fado al mundo, con una voz femenina y mucha introspección. ¿Qué ha cambiado en la Carminho de ahora que no tenía la de hace más de 15 años?

R: Ahora tengo más experiencia, más madurez, más calma y tranquilidad, pero eso es algo que se gana. Pero al mismo tengo más dudas porque no puedo prever el futuro ni lo que va a pasar en los próximos años, por lo que hay un limbo constante de imprevisibilidad que es cada vez mayor. Eso sí, al mismo tiempo sigo teniendo esas ganas de cantar toda mi vida, porque lo que yo hago ha ido traduciendo mi corazón y mis pensamientos.