El Liceu se convierte en un invernadero para albergar el primer concierto para plantas

  • El 'Concierto por el bioceno' está pensado para que la gente se lo haga oír a las plantas que tienen en casa

  • Un cuarteto de cuerda interpreta 'Crisantemos' de Puccini ante 2.292 plantas de viveros

El Liceu se ha convertido en un gran invernadero para albergar el primer recital para un público muy especial: las plantas. Se trata del 'Concierto por el bioceno', una iniciativa del artista Eugenio Ampudia ideada durante la pandemia del coronavirus en la que un cuarteto de cuerda formado por músicos de la orquesta del Gran Teatro ha interpretado 'Crisantemos' de Puccini para un público compuesto por 2.292 plantas procedentes de viveros de la zona. El concierto ha podido seguirse en 'streaming' en la web del Liceo.

“Bienvenidos al Gran teatre del liceu, por respeto al publico y a los artistas les rogamos apaguen sus teléfonos móviles y no hagan fotografías durante el espectáculo, así mismo les pedimos que eviten ruidos que puedan alterar el disfrute de la ópera”, han escuchado las plantas justo antes de que el UceLi Quartet hiciera su aparición en el escenario.

Los músicos Yana Tsanova (violín), Oleg Shport (violín), Claire Bobij (viola) y Guillaume Terrail (violonchelo) han salido a escena con sus mejores galas y han interpretado con esmero la obra, de apenas seis minutos. El recital ha tenido un gran impacto mediático (Desde el New York Times al Guardian lo han reseñado), pero Ampudia ha dejado claro que no es para disfrute de los humanos, sino para que cada cual se lo ponga a las plantas de su casa.

Como parte del happening, Ampudia grabó el sonido de las plantas al moverse mientras eran situadas en sus localidades. Y ese sonido del roce entre unas y otras ha sido lo que se ha emitido a modo de aplauso, mientras los cuatro integrantes de la Orquestra Simfònica del Liceu saludaban diversas veces.

La visión de la sala del Gran Teatre ocupada por un vergel de 40 especies distintas ha dado la vuelta al mundo. Una forma de hacer sentir “lo absurdo de tener que llevar el traje de la condición humana puesto”, en palabras de Víctor Garcia de Gomar, director artístico del teatro e impulsor de la acción.

Tratar a la naturaleza en un plano de igualdad absoluta

La ópera es el paradigma de lo artificial, de la recreación, y en este lugar dejamos entrar al reino vegetal, el mundo salvaje de lo natural. Al que ofrecemos un concierto. Un poema visual que es ala vez una sutil metáfora que nos devuelve la sonrisa después de este tiempo extraño y doloroso”, añadía De Gomar.

A Ampudia se le ocurrió la idea a raíz de la pandemia, tras ver cómo el esplendor de la naturaleza durante el confinamiento. "Estamos al final de toda una época y hay que cambiar muchos paradigmas. No vivimos en el mismo mundo que hace 90 días nos confinó. Soy de los partidarios de cambiar absolutamente las cosas y soy partidario de que seamos los artistas y la cultura los que, si nos dejan, lideremos este proceso”, reflexiona.

Para el artista, el evento es una forma de tratar a la naturaleza "en un plano de igualdad absoluta". “A a las plantas no las hemos cosificado, no las estamos utilizando sino dándoles lo mejor de nosotros, la cultura, la música en este caso”, advierte Ampudia. “Y todas ellas en su interior, sus células y sus fotosíntesis, tendrán en cuenta desde ahora que han estado en este concierto”, añade.

El recital ha ofrecido una visión de lo que ofrecerá el Liceu como centro de cultural bajo la batuta artística del director Víctor Garcia de Gomar. Esta primera e impactante acción ha sido posible gracias a la colaboración del Liceu con el artista y a la Galería Max Estrella y la comisaria Blanca De La Torre.

En cuanto a las plantas, no regresarán al vivero. Se entregarán a 2.292 profesionales de la salud, concretamente del Hospital Clínic de Barcelona, acompañados de un certificado del artista. " Se las cedemos a los sanitarios, que son gente que saben cuidar a los seres vivos. Serán los sanitarios del Clínic, celadores o personal de la limpieza incluido. Se las hubiera dado también a las cajeras del supermercado pero había que ejemplificar y el Clínic tiene una parte de investigación y de asociación a la Universidad muy interesante", concluye.