"Y de repente fue ayer", la novela más exigente de Boris, con Cuba de fondo

AGENCIA EFE 01/04/2009 14:42

Publicada por Planeta, "Y de repente fue ayer" es un ejercicio sobre el placer de escribir, que contiene dos palabras: "la magia de Cuba, una Cuba deslumbrante, terrible, emocionada y emocionante, y la magia de la amistad entre dos amigos que se conocen por accidente en una dura infancia y a los que después unirá un destino de vértigo por una Cuba convulsa", según explicó hoy el escritor y showman venezolano Boris Izaguirre, durante la presentación de la novela.

Lúcido, simpático y brillante, Boris Izaguirre (Caracas, 1965) sacó hoy su lado más serio para hablar de una novela que ha querido dedicar al poeta Leopoldo Alas, fallecido el pasado agosto y un amigo muy cercano del autor. Hoy al recordarle se le entrecortó la voz a un Boris que había aparcado su histrionismo para hablar de una novela que sorprenderá al lector.

Finalista del premio Planeta en 2007 por "Villa Diamante", un melodrama situado en la sociedad venezolana, protagonizado por dos hermanas, una hermosa y otra fea, un tema que dice conocer bien, Izaguirre realiza ahora un cambio de pie y escribe de un sitio que no conoce, Cuba, un país que no quiere conocer -"por no hacer un turismo explotador, que es el que se hace hoy"- por "el puro placer de escribir".

"Por el placer de jugar con la realidad y con los instrumentos que tiene la escritura", matizó el autor de "El vuelo de las avestruces", "Azul petróleo" o "Verdades alteradas", entre otros títulos.

Óvalo, carismático y bello, que utiliza su seducción para moverse y Efraín, feo y pobre, pero con el don de saber contar historias son los dos protagonistas que comparten un secreto y que consiguen salir de la institución que les acoge Limpio Chiquito, para moverse en una Cuba esperanzada por la Revolución pero frustrada después por sus primeros fallos, represiones y corruptelas.

Así, esta historia acoge a un Efraín convertido en inventor y principal guionista de un serial radiofónico de enorme éxito, "La huella de amor", que se ve envuelto en una trama política para derrocar a Batista y convertir la isla en una nueva realidad, y en la que Óvalo es el principal instigador.

"Este libro está dedicado a la generación de mis padres que se vieron marcados por una ilusión de la revolución Cubana, un hecho que fue muy importante para todos los países latinoamericanos, y que luego vieron cómo todas sus esperanzas se desvanecían", argumentó el autor.

Pasiones prohibidas, secretos y amores entrecruzados guían esta novela barroca, en la que Boris Izaquirre rinde un homenaje a Félix B. Caignet, mítico autor cubano, músico y creador de ficciones y de la radionovela cubana. También fue el creador de la primera telenovela de la historia "El derecho de nacer", estrenado en 1948.

Carmen Sigüenza